El Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional condenó a 20 años de prisión a Carlos José Rodríguez Tejada (a) Chulo, tras ser declarado culpable de homicidio voluntario en perjuicio de Teófilo Antonio Piña Fernández (a) El Ñoño, durante una discusión sostenida en el Mercado Nuevo de la avenida Duarte, del sector Villas Agrícolas.
El tribunal, presidido por Arlín Ventura Jiménez e integrado por las juezas Leticia Martínez y Evelyn Rodríguez, ordenaron que Carlos José Rodríguez Tejada (a) Chulo cumpla la pena en el Centro de Corrección y Rehabilitación Najayo Hombres, por violación a los artículos 295 y 304 párrafo II del Código Penal Dominicano y los artículos 66 y 67 de la Ley 631-16 sobre Control y Regulación de Armas, conforme a las pruebas incorporadas por el órgano acusador, representado por la fiscal Julia Laury Vásquez Díaz, en representación del Ministerio Público.
De acuerdo a la instancia depositada por el fiscal investigador, Luis Alberto Tavarez Peña, la muerte de Teófilo Antonio Piña Fernández (a) El Ñoño se registró el 31 de octubre del 2016, siendo aproximadamente las 6:30 de la mañana, en el área de las piñas del Mercado Nuevo, ubicado en la avenida Duarte del sector de Villas Agrícolas, donde el occiso se desempeñaba como vendedor.
Fecha en que la víctima sostuvo una discusión con Carlos Manuel Rodríguez (a) Carlitos, hijo del responsable de la muerte, producto de una riña que habían sostenido días previos al trágico hecho de sangre. En el momento en que estos discutían, se presentó Carlos José Rodríguez Tejada (a) Chulo, padre de “Carlitos”, portando un arma de fuego, tipo revólver y, sin mediar palabras, le propinó tres disparos en la cabeza.
La autopsia realizada por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF), arrojó que, Teófilo Antonio Piña Fernández (a) El Ñoño, falleció por la herida de proyectil de arma de fuego, con entrada en la parte frontal izquierda de la cabeza, sin salida.
Con esta condena, la Fiscalía del Distrito Nacional reafirma su compromiso inquebrantable de perseguir y condenar a los responsables de actos violentos que perturban la paz y la seguridad de la sociedad dominicana. Además, ratifica el claro mensaje de que aquellos que infrinjan la ley enfrentarán las consecuencias de sus acciones.
