AFP.- Los precios del petróleo continuaron disparándose el miércoles, el gas natural y el aluminio alcanzaron máximos históricos y el níquel alcanzó su récord en una década, impulsados por la guerra en Ucrania, que alimenta los temores de ruptura de suministro de energía y materias primas.
El barril de WTI estadounidense subió a 111,50 dólares, su precio más alto desde 2013, mientras que el crudo de Brent del mar del Norte alcanzó 113,02 dólares por barril, un máximo desde 2014.
A las 11h30 GMT ambos habían retrocedido un poco, pero seguían ganando 5%.
Por su parte, el precio europeo de referencia para el gas natural, el TTF holandés, llegó a un récord histórico de 194,715 euros por equivalente de megavatio hora (MWh), y el precio del gas británico cotizaba muy cerca de su máximo histórico del pasado diciembre.
Las fuerzas rusas continuaron el miércoles su ofensiva contra varias ciudades ucranianas y se convocó para el viernes una reunión extraordinaria de ministros de Relaciones Exteriores de la OTAN en persona en la sede de la alianza en Bruselas.
La invasión de Ucrania por el régimen ruso de Vladimir Putin ha llevado a la Unión Europea y a Estados Unidos a imponer duras sanciones a Moscú, lo que alimenta el temor a que se interrumpan las exportaciones energéticas rusas.
Rusia es el segundo exportador mundial de crudo y suministra más del 40% de las importaciones anuales de gas natural en la Unión Europea.
– Escasez de energía –
“La economía mundial se enfrenta actualmente a una escasez de energía”, señala Bjarne Schieldrop, analista de Seb.
“La guerra en Ucrania está provocando una fuerte reducción de las exportaciones energéticas de Rusia, aunque estén exentas de sanciones” por el momento, agrega este analista. “Los transportistas se están absteniendo de llevar cargamentos de energía rusos por temor a posibles sanciones y a los riesgos de reputación a los que se enfrentan”.
“El riesgo ahora es que Occidente se vea sometido a una presión cada vez mayor para sancionar las exportaciones rusas de petróleo y gas”, subraya Neil Wilson, analista de Markets.com, lo que dispararía aún más los precios de la energía.
El conflicto ruso-ucraniano tiene lugar en un momento en que los precios del crudo ya estaban subiendo con fuerza debido a la falta de oferta y a la fuerte recuperación de la demanda mundial provocada por el levantamiento en muchos países de las restricciones sanitarias impuestas para combatir la pandemia de coronavirus.
El miércoles tiene lugar una reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), que incluye a Rusia.
– Los metales industriales se disparan –
También los precios de las materias primas se dispararon el miércoles, ya que “son cada vez más probables las rupturas del suministro desde Rusia”, señala Daniel Briesemann, de Commerzbank. “Parece que cada vez es más difícil exportar productos básicos desde Rusia”, añade.
El gigante naviero danés Maersk anunció el martes que suspendía los nuevos pedidos hacia y desde los puertos rusos, excluyendo alimentos, productos médicos y humanitarios, debido a las sanciones internacionales.
“Si otras compañías navieras siguen este ejemplo, probablemente será cada vez más difícil exportar materiales desde Rusia”, subraya este analista.
El aumento fue especialmente marcado en el caso del aluminio y el níquel, metales que dependen en gran medida de las exportaciones rusas.
La tonelada de aluminio alcanzó el miércoles los 3.552 dólares en el mercado de metales de Londres (LME), un máximo histórico, mientras que el níquel se acercó a su máximo en 11 años, vendiéndose a 25.750 dólares la tonelada.
En 2021, Rusia fue el tercer productor mundial de aluminio, detrás de China e India, según datos de la Oficina Mundial de Estadísticas del Metal, y exporta gran parte de su producción a Turquía, Japón, China, Estados Unidos y la UE.