“Nosotros conversamos sobre los tema de Haití y también los retos que tenemos y nuestra intención es tratar de normalizar en la medida de lo posible, pero siempre respetando la seguridad de los dominicanos. La prioridad de nosotros como gobierno es la seguridad de los dominicanos”, dijo Abinader en una declaración a la prensa junto a Blinken.
República Dominicana y Haití comparten la isla la Española, pero la frontera de 340 km entre ambos países fue restringida por Santo Domingo hace un año en represalia por la construcción de un canal para desviar agua de un río común. Solo permite el comercio de bienes esenciales.
Los vuelos entre ambos países también están suspendidos.
“Gracias al esfuerzo de Estados Unidos, pues tenemos una fuerza de paz en Haití. En la medida que ellos (Haití) puedan avanzar en su seguridad interna nosotros también podemos avanzar en la normalización de las relaciones como la apertura de los viajes”, añadió Abinader.
Haití ha sido un tema central en la agenda de Abinader. El mandatario ha señalado en diversas oportunidades que su país no puede seguir haciéndose cargo de la crisis de sus vecinos y ha endurecido las políticas migratorias con la construcción de un muro en la frontera de 174 kilómetro, que buscará ampliar mientras continúa con las deportaciones de haitianos.
Solo en 2023 deportó a 250.000 haitianos, lo que llevó a Amnistía Internacional a acusar a República Dominicana de racismo.
La crisis haitiana “tiene consecuencias y repercusiones en todo el hemisferio, empezando por la República Dominicana y Estados Unidos, por lo que tenemos todo el interés en ayudar a Haití a salir de ella”, dijo por su parte Blinken.
El secretario de Estado estadounidense también elogió a Abinader al señalar que ha tenido un “liderazgo real” en la lucha contra la corrupción y la gestión pública.
Abinader y Blinken también dialogaron sobre la próxima Cumbre de las Américas, que se realizará el año próximo en República Dominicana.