Fuertes lluvias torrenciales azotaron Nueva York y varias ciudades del noreste de Estados Unidos, causando inundaciones severas que dejaron estaciones del metro y carreteras completamente anegadas, además de cortes eléctricos y caos en el transporte.
Ante la magnitud del fenómeno, las autoridades de Nueva York y del estado vecino de New Jersey declararon estado de emergencia. En Nueva York se suspendieron totalmente, mientras otras operaron de forma parcial debido a las estaciones inundadas. El tránsito vehicular se vio gravemente afectado, con cientos de vehículos varados en autopistas como la Clearview Expressway y la FDR Drive.
Equipos de emergencia realizaron rescates acuáticos a personas atrapadas en sótanos y vehículos en zonas como Queens, Brooklyn y El Bronx. Los vientos y lluvias, que superaron niveles normales para la temporada, provocaron un sistema de drenaje totalmente rebasado, agravando la situación.
La gobernadora Kathy Hochul y el alcalde Eric Adams mantienen activas las alertas de inundación para varias áreas metropolitanas, instando a la población a tomar precauciones y evitar desplazamientos innecesarios. Igualmente, las autoridades de New Jersey activaron medidas de emergencia frente a las mismas condiciones adversas.
Las intensas lluvias también ocasionaron retrasos y cancelaciones en más de 1,300 vuelos en aeropuertos clave de la región, afectando el tráfico aéreo y terrestre.









