El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, expresó una seria preocupación este domingo durante una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU, al advertir que la situación en Irán se ha agravado considerablemente tras los recientes bombardeos llevados a cabo por Estados Unidos.
A pesar del escenario tenso, Grossi aseguró que aún existe una posibilidad real de retomar el camino del diálogo y la diplomacia, lo cual, según sus palabras, es crucial para evitar el colapso del régimen de no proliferación nuclear a nivel global.
Grossi hizo un llamado urgente para que los inspectores del OIEA puedan seguir trabajando en el terreno sin interrupciones, destacando que ya se encuentran en Irán y que deben ser habilitados para cumplir su labor en las instalaciones nucleares que resultaron afectadas por los ataques.
Según el organismo, la cooperación de las partes involucradas y un cese de hostilidades son indispensables para permitir el acceso y evaluación técnica.
En su informe, Grossi reconoció que actualmente nadie, ni siquiera el propio OIEA, tiene capacidad para medir los posibles daños subterráneos en el complejo de Fordo.
En tanto, confirmó que el sitio nuclear de Isfahán fue blanco de nuevos ataques nocturnos, y que Estados Unidos admitió haber utilizado misiles de crucero para alcanzar varios edificios asociados al proceso de conversión de uranio.
También se reportaron daños en los accesos a los túneles de almacenamiento de materiales enriquecidos.
La planta de enriquecimiento de combustible de Natanz fue otra de las instalaciones alcanzadas. Allí, según el director del OIEA, se emplearon municiones diseñadas para perforar el subsuelo, lo que sugiere un ataque dirigido a áreas sensibles del complejo nuclear.
Por otro lado, Irán notificó al organismo que no se ha registrado un aumento en los niveles de radiación externa en ninguno de los tres sitios afectados, lo cual, de momento, reduce el riesgo inmediato de una emergencia radiológica.
La situación en el resto de las instalaciones nucleares iraníes, de acuerdo con el OIEA, no ha presentado cambios desde el último informe emitido tres días atrás.
Mientras tanto, el organismo internacional continúa supervisando de cerca los acontecimientos y mantiene abierto el canal de comunicación con las autoridades reguladoras iraníes.