Ciudad del Vaticano.– Con la elección de Su Santidad León XIV como nuevo líder de la Iglesia Católica, el mundo vuelve la mirada hacia León XIII, el papa del que toma su nombre.
Considerado uno de los grandes reformadores del papado moderno, León XIII marcó un hito en la historia de la Iglesia al tender puentes entre la fe y los desafíos sociales, políticos e intelectuales del siglo XIX.
Vincenzo Gioacchino Pecci nació el 2 de marzo de 1810 en Carpineto Romano, Italia. De familia noble, fue educado en Roma y ordenado sacerdote en 1837. Gracias a su talento diplomático y su profunda formación, fue enviado como nuncio apostólico a Bélgica y más tarde designado arzobispo y cardenal. Tras la muerte de Pío IX, fue elegido Papa el 20 de febrero de 1878, adoptando el nombre de León XIII.
Un papa abierto al mundo moderno
León XIII asumió el pontificado en un momento de profundos cambios. Europa estaba marcada por la industrialización, el auge del pensamiento liberal y la creciente tensión entre la Iglesia y los Estados. A diferencia de su predecesor, León XIII adoptó un enfoque más conciliador y pragmático, buscando el diálogo con los gobiernos y promoviendo el papel de la Iglesia como mediadora en los conflictos sociales y morales de la época
El legado más recordado de León XIII es su encíclica Rerum Novarum, publicada en 1891. En este documento pionero, el Papa abordó por primera vez de forma explícita las condiciones de los trabajadores en la era industrial. Defendió el derecho a un salario justo, la dignidad del trabajo, la formación de sindicatos y la propiedad privada, al tiempo que criticó tanto el socialismo radical como el capitalismo salvaje. Esta encíclica dio origen a lo que hoy se conoce como la Doctrina Social de la Iglesia.
Fomento de la ciencia y la educación
León XIII también promovió la apertura intelectual. Reforzó los estudios filosóficos y teológicos en los seminarios, impulsó el estudio de Santo Tomás de Aquino como base de la formación católica, y alentó el desarrollo científico y académico. Fue el primer Papa en abrir los Archivos Vaticanos a los investigadores, marcando un gesto histórico de transparencia y confianza en la ciencia.
Un diplomático incansable
Durante su pontificado, trabajó por restablecer relaciones con varios gobiernos europeos que habían roto lazos con la Santa Sede, incluyendo Francia y Alemania. Su diplomacia contribuyó a la pacificación de tensiones entre la Iglesia y los Estados liberales.
El legado de León XIII
León XIII falleció el 20 de julio de 1903, a los 93 años, siendo el Papa de más edad en la historia. Su pontificado, que duró 25 años, dejó una huella profunda en la Iglesia contemporánea y sentó las bases para que la institución pudiera responder a los desafíos del siglo XX y XXI.
Con la elección de León XIV, el nuevo Pontífice parece rendir homenaje no solo a la figura de su predecesor, sino también a su visión de una Iglesia comprometida con la justicia social, abierta al mundo moderno y profundamente humana