Declaraciones:
“Buenos días, señor Presidente, Miembro de Mayor Rango, distinguidos miembros del comité y personal. Gracias por brindarme la oportunidad de presentarme ante ustedes el día de hoy. Me siento profundamente honrado y conmovido por haber sido nominado por el presidente Trump para servir como Embajador de los Estados Unidos en la República Dominicana, y agradezco la confianza que el presidente Trump y el secretario Rubio han depositado en mí para liderar nuestra misión en Santo Domingo.
Quisiera tomar un momento para expresar mis más sentidas condolencias al pueblo de la República Dominicana, que aún se encuentra de luto por la pérdida de seres queridos tras el trágico accidente ocurrido en una conocida discoteca en Santo Domingo el mes pasado. También quiero reconocer a mis cuatro hermosos hijos—Christian, Isabella, María Soledad y Xavier—quienes están aquí conmigo hoy; a mis padres, Miguel y Par, que nos ven desde su casa en Arizona; a mis hermanos y hermanas; y a todos mis queridos amigos que me han mantenido en sus oraciones.
Comparezco ante ustedes hoy como producto del sueño americano. Mi padre nació en Superior, Arizona, un pueblo minero de cobre donde creció en la pobreza, realizando trabajos esporádicos para ayudar a sus padres a llegar a fin de mes. Cuando no estaba en la escuela—donde se destacó como estrella de las Ligas Menores de béisbol—se enlistó a los 18 años en la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, donde sirvió durante casi 30 años, alcanzando el rango de E-9, el más alto dentro del personal alistado. Su carrera militar lo llevó en sus primeros años a Madrid, España, donde conoció a mi madre. Mi madre nació en la España de la posguerra civil, en una familia que fue perseguida implacablemente por los comunistas durante la guerra civil, debido a la devoción de sus padres por su país y por su fe católica. Juntos, mis padres son los estadounidenses más patriotas que he conocido. Superaron la pobreza con trabajo arduo y fe en Dios, y nos criaron a mis hermanos y a mí con la enseñanza de nunca olvidar la bendición de haber nacido ciudadanos de este gran país, de servir a nuestra patria y de mantenernos fieles a Dios.
Gracias al servicio militar de mi padre, crecí viviendo en el extranjero, donde desarrollé una comprensión profunda sobre la importancia del liderazgo de nuestro país en el mundo, con una visión clara centrada en los intereses vitales de los Estados Unidos. Tras completar mis estudios de posgrado, ingresé al servicio clandestino de la CIA, con la esperanza de continuar la tradición familiar de servir a nuestro país en el extranjero en busca de paz, fortaleza y prosperidad para los Estados Unidos. Luego de varios años en la CIA, llegué al Capitolio, donde me desempeñé como asesor principal de política exterior para el Hemisferio Occidental del entonces Presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. Después de un tiempo en el sector privado, el presidente Trump me ha brindado la oportunidad más increíble de volver a servir a mi país.
Si soy confirmado, mi enfoque principal como embajadora será promover las prioridades de política exterior del presidente Trump y del secretario Rubio para garantizar un Estados Unidos más seguro, fuerte y próspero. Como señaló el secretario Rubio durante su primera visita oficial al extranjero, realizada a la República Dominicana, nuestros países comparten una relación sólida y dinámica. Más de dos millones de estadounidenses de origen dominicano residen en los Estados Unidos, y cinco millones de turistas estadounidenses visitan la República Dominicana cada año. Los Estados Unidos mantienen un superávit comercial de más de 5.5 mil millones de dólares con la República Dominicana, con un comercio anual entre nuestros países que supera los 30 mil millones de dólares. Estos lazos constituyen una base sólida para colaborar en temas clave que impactan a ambas naciones.
Entre mis principales prioridades, de ser confirmado, estará trabajar de manera cercana con el gobierno dominicano para fortalecer la seguridad fronteriza y reducir la inmigración ilegal hacia los Estados Unidos, al tiempo que intensificamos los esfuerzos conjuntos que ya realizamos para interrumpir las operaciones de los carteles de droga y organizaciones criminales transnacionales. De igual manera, me dedicaré sin descanso a contrarrestar la influencia del Partido Comunista Chino en la República Dominicana y en todo el hemisferio. Además, si soy confirmado, me comprometo a priorizar el bienestar y crecimiento profesional de todos los miembros de la misión de los Estados Unidos en la República Dominicana—especialmente entre los funcionarios en su primer y segundo destino.
Servir a la patria y ser un buen administrador de los recursos del contribuyente, representando la belleza y la fortaleza de nuestro gran país en el extranjero, es una vocación honorable, y espero poder ayudar a fomentar, valorar y fortalecer al grupo dedicado de hombres y mujeres del Servicio Exterior.
Para concluir, me siento profundamente honrado por esta nominación y agradezco al comité por su consideración.
Si soy confirmado, me comprometo a trabajar en estrecha colaboración y con respeto con este comité, la administración y mis contrapartes en la República Dominicana para avanzar los objetivos de política exterior del presidente. Quedo atento a cualquier pregunta que deseen hacerme. Muchas gracias.”
