Mario Vargas Llosa fue un escritor, político, periodista peruano, ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, y también ciudadano dominicano. Su partida deja una huella en la historia cultural de América Latina.
Vargas Llosa recibió la nacionalidad dominicana durante una ceremonia oficial en el Palacio Nacional de Santo Domingo, acompañado del presidente Luis Abinader, quien destacó el profundo vínculo del autor con el país. “Yo le he pedido, por esa decisión de pasar gran tiempo en el país, que acepte la ciudadanía dominicana, y él ha aceptado”, declaró en ese momento el mandatario.
Fue precisamente en República Dominicana donde el Nobel encontró inspiración para una de sus obras más reconocidas, La fiesta del chivo (2000), una novela sobre la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo. Él mismo confesó que esta obra fue una de las que más satisfacciones le dio, no solo por su complejidad narrativa, sino también por el homenaje al espíritu de resistencia del pueblo dominicano. “Pocos países han sufrido una dictadura con tanta ferocidad como la de Trujillo”, expresó entonces Vargas Llosa, destacando la dignidad del pueblo ante la opresión.
En 2016, el Gobierno dominicano le otorgó el Premio Internacional de Literatura Pedro Henríquez Ureña, reconociendo su excelencia literaria y su contribución a la narrativa iberoamericana.
Durante su vida, Vargas Llosa aseguró que deseaba “pasar una larga temporada en República Dominicana”, un país al que definió como “extraordinariamente generoso” y que siempre llevó consigo con profundo aprecio.