Tras el paso de una serie de tornados devastadores que azotaron el sur y medio oeste de Estados Unidos esta semana, impactantes imágenes muestran la magnitud del desastre: viviendas completamente destruidas, múltiples vehículos volcados y calles cubiertas de escombros dan testimonio del poder destructivo de la naturaleza.
Los tornados, parte de un sistema de tormentas severas que se formó desde la madrugada del miércoles 2 de abril, dejaron al menos siete personas fallecidas —cinco en Tennessee, una en Indiana y una en Missouri— además de cuantiosos daños materiales. Las fotografías y videos, difundidos ampliamente en redes sociales, revelan escenas de caos absoluto en comunidades enteras arrasadas por los vientos.
En Arkansas, una de las zonas más afectadas, las imágenes muestran techos arrancados, estructuras de madera colapsadas y automóviles retorcidos como si fueran de papel. En Missouri y Tennessee, el panorama es similar: viviendas reducidas a ruinas, árboles caídos sobre carreteras y residentes caminando entre restos de lo que antes eran sus hogares.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) emitió alertas de “situación particularmente peligrosa” en más de una docena de estados, advirtiendo sobre la intensidad y la extensión del fenómeno. Hasta el momento se han confirmado al menos 11 tornados —nueve en Missouri y dos en Arkansas—, y más de 90 millones de personas permanecen bajo algún nivel de riesgo por tormentas severas.
La amenaza se mantiene activa y se espera que las condiciones adversas continúen hasta el sábado, a medida que el sistema se desplaza hacia el sur del país. Equipos de emergencia trabajan intensamente en las zonas afectadas, mientras el país observa con asombro las imágenes que circulan, mostrando la devastación que estos fenómenos han dejado a su paso.