La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) alertó sobre una inminente catástrofe humanitaria en Haití, donde la violencia de pandillas continúa intensificándose y dejando miles de víctimas. Según datos de MSF, en 2024 se registraron 5,601 muertes vinculadas a la violencia criminal, superando en mil las cifras del año anterior.
En un comunicado, la organización denunció que el plan de respuesta humanitaria en Haití carece de los fondos necesarios para atender la crisis, mientras miles de personas se ven forzadas a desplazarse repetidamente en busca de refugio. Muchas de ellas terminan en campamentos improvisados sin acceso adecuado a agua, saneamiento ni atención médica.
“Sin una acción urgente, la situación se convertirá en una catástrofe humanitaria, ya que la violencia incesante sigue agravando el sufrimiento de una población ya exhausta”, advirtió Christophe Garnier, coordinador general de MSF en Haití.
Desde el 24 de febrero, la escalada de violencia en Puerto Príncipe, donde el 85 % del territorio está bajo el control de pandillas armadas, ha provocado un aumento alarmante en la cantidad de heridos que requieren atención médica. En solo una semana, entre el 24 de febrero y el 2 de marzo, el centro de urgencias de MSF en Turgeau atendió a 314 pacientes, de los cuales 90 fueron víctimas directas de la violencia, el doble de la cifra habitual.
Para hacer frente a la crisis, MSF ha ampliado la capacidad del hospital de Tabarre, aumentando las camas de traumatología de 50 a 75. No obstante, la institución ha reportado que desde hace más de 10 días el centro opera casi al límite de su capacidad, con su personal bajo una presión extrema para atender a nuevos pacientes.
A la emergencia sanitaria se suma el creciente desplazamiento forzado de la población. Desde el 14 de febrero, más de 24,000 personas han huido de sus hogares debido a los ataques de pandillas en distintos barrios del área metropolitana de Puerto Príncipe, una cifra que sigue en aumento mientras persiste la violencia.
Médicos Sin Fronteras ha instado a la comunidad internacional a redoblar sus esfuerzos y financiamiento para responder a esta crisis humanitaria, advirtiendo que, de no tomarse medidas urgentes, la situación en Haití podría deteriorarse aún más, dejando a miles de personas en condiciones de extrema vulnerabilidad.