AP NEWS.- El fallecimiento de varios reclutas, entre ellos dominicanos, ha generado cuestionamientos sobre las condiciones de entrenamiento en academias policiales de Estados Unidos.
Ronald Donat, un inmigrante haitiano, colapsó tras realizar ejercicios extenuantes en la academia de policía de Gwinnett, Georgia, y falleció en octubre de 2021. Su caso es uno de al menos 29 decesos registrados en la última década durante entrenamientos básicos en academias policiales del país. La mayoría de estos reclutas murieron por deshidratación, insolación o esfuerzo excesivo, muchas veces en su primer día de entrenamiento.
Entre los fallecidos también se encuentra Enrique Delgado García, un dominicano que perdió la vida durante un entrenamiento de boxeo en la academia de policía de Massachusetts en 2024. Su muerte, junto con otras similares, ha puesto en el foco la necesidad de revisar los protocolos de seguridad en estos entrenamientos.
Investigaciones revelan que los reclutas afrodescendientes representan casi el 60 % de los fallecidos en estos entrenamientos, una cifra alarmante considerando que los oficiales negros conforman solo el 12 % de las fuerzas policiales locales. Se ha señalado que algunos de estos reclutas tenían el rasgo de células falciformes, una condición genética que puede aumentar el riesgo de lesiones graves bajo esfuerzos extremos.
Los expertos coinciden en que muchas de estas muertes pudieron evitarse con medidas como mejor hidratación, períodos de descanso y protocolos adecuados para detectar condiciones de salud preexistentes. Sin embargo, las academias policiales han sido lentas en implementar cambios significativos.
El caso de Ronald Donat ha sido especialmente cuestionado, ya que se descubrió que, a pesar de presentar signos de agotamiento extremo, se le instó a continuar el entrenamiento. El instructor que lo supervisaba le habría dicho: “¡Estás muerto!”, una frase utilizada para reforzar la idea de que no hay margen para la debilidad en la academia. Minutos después, Donat colapsó y dejó de respirar.
En Massachusetts, la muerte del dominicano Enrique Delgado García durante un entrenamiento de boxeo también ha levantado alarmas sobre la seguridad de los reclutas. La falta de atención médica inmediata y la intensidad de los entrenamientos han sido señaladas como factores que pudieron contribuir a su fallecimiento.
Las autoridades de algunas academias han comenzado a tomar medidas. En Arkansas, por ejemplo, se aprobó una ley que exige que los instructores sean capacitados en prevención de golpes de calor y deshidratación. Sin embargo, muchos departamentos de policía aún carecen de regulaciones claras para proteger la vida de los reclutas.
El debate sobre la dureza de los entrenamientos y la necesidad de cambios sigue abierto. Mientras tanto, las familias de los reclutas fallecidos, incluidos dominicanos, siguen exigiendo justicia y reformas para evitar más tragedias en el futuro.