El hijo de cuatro años de Elon Musk no solo acaparó la atención de la prensa el pasado martes junto a su padre en el despacho oval de la Casa Blanca, donde el presidente Donald Trump aumentó los poderes del hombre más rico del mundo para reformar el gobierno, sino que fue capaz de decir a Trump que no era el presidente y lo mandó a callar.
En varias ocasiones Musk interrumpió el discurso para intentar distraer a “X”, el hijo que tuvo con la cantante Grimes, a quien Donald Trump describe como un niño con un “coeficiente intelectual alto”.
Balbuceando a veces, sobre los hombros de su padre o sentado en el suelo, el niño de cuatro años, cuyo nombre completo es X Æ A-XII, no se dejó impresionar demasiado por las cámaras que lo enfocaban.Jugueteó con las orejas de su padre, quien finalmente lo entregó a una mujer en la sala para que lo sacara al exterior.
Sobre el discurso de Musk
El millonario, nombrado por Trump a la cabeza de una comisión de reducción de costos, llamada DOGE, advirtió que sin recortes Estados Unidos se “declararía en quiebra”.
Reconoció que cometería “errores” pero dijo que se enfrenta a lo que llamó el poder de una burocracia “no elegida”.
Trump firmó un decreto para otorgar al DOGE más poderes para ordenar a los jefes de los departamentos gubernamentales que se preparen para más recortes.
Sus adversarios los consideran inconstitucionales.