El papa elogia la solidaridad en España por la dana, el volcán de La Palma o con migrantes

El papa elogia la solidaridad en España por la dana, el volcán de La Palma o con migrantes

 El papa Francisco ha elogiado este viernes a quienes practican la generosidad como, apuntó, los jóvenes que ayudaron tras las riadas de Valencia, la erupción del volcán de La Palma (Canarias) o la acogida de los inmigrantes.

El pontífice argentino envió un mensaje a los participantes del Congreso Nacional de las Vocaciones, celebrado en Madrid hasta el domingo bajo el título ‘¿Para quién soy?: Asamblea de llamados para la misión’, lo que le sirvió para abordar el tema de la solidaridad.

Así, comenzó respondiendo a la pregunta que pone nombre al congreso: “Eres para Dios, sin duda. Pero Él quiso que seas también para los demás y puso en ti muchas cualidades, inclinaciones, dones y carismas que no son para ti, sino para otros”.

Francisco rememoró el pasaje en el que Jesús pide a un joven rico que le preguntaba qué debía hacer para alcanzar la vida eterna: que venda todas sus propiedades y se las de a los pobres.

“Parecería que un reclamo así hace referencia solo a un determinado tipo de vocación específica, solo a quienes se sienten llamados a abrazar la radicalidad de la pobreza evangélica. Pero no es verdad, lo podemos escuchar dirigido a cada uno de nosotros”, dijo.

Y agregó: “Todos somos administradores de los dones de gracia y de naturaleza que el Señor nos ha regalado, y nuestros talentos son para ponerlos en el banco y sacar interés, nuestros bienes para venderlos, de forma que el fruto llegue a los demás”.

Esto hizo al papa reflexionar sobre los desastres que han ocurrido en “las amadas tierras de España” en los últimos tiempos, como la dana o riadas que golpearon a varias comunidades autónomas españoles, especialmente a la zona de Valencia.

“Pensemos en la dana que golpeó varias regiones de España a finales de octubre. Una situación que nos interpela profundamente, y que deja al vivo la idea de ‘para quién soy’.”, planteó.

Francisco destacó en este caso “cuántos testimonios de valentía, de solidaridad, de ver que en ese contexto lo que tengo, lo que soy, tiene un propósito concreto: los otros”.

“Y cuando no es así, se ve claro el amargor, el clamor de la tierra y de Dios que nos reclaman: “¿No eras tú responsable de tu hermano?”, advirtió.

El pontífice, volviendo al Evangelio, tachó de “curioso” que el joven rico se preocupara solo por sus bienes porque, subrayó, “todo su mundo termina en él y esto no le satisface”, por lo que se aleja entristecido porque “no es capaz de dar el paso de la donación”.

“Que distinto el testimonio de todos esos jóvenes que, como hemos visto en la catástrofe de la dana, en la acogida de los migrantes o del volcán de La Palma, son los primeros en ponerse manos a la obra”, celebró en su mensaje.

Por todo esto, Francisco instó a los participantes en el Congreso a pedir “una mirada capaz de percibir la necesidad del hermano”.

“No en abstracto, sino en lo concreto de unos ojos que se clavan en nosotros como los del paralítico del templo. En la oficina, en la familia, en el apostolado, en el servicio, lleven a Dios allí donde Él los envíe, esa es nuestra vocación”, emplazó.