Ciudad de Panamá, Panamá.- El gobierno panameño calificó el jueves de “falsedad absoluta” el anuncio del gobierno de Estados Unidos de que sus barcos no pagarán por transitar el canal de Panamá, un peaje que Washington considera “absurdo”.
En plena crispación por la amenaza de Donald Trump de retomar el control de la vía interoceánica, el presidente panameño, José Raúl Mulino, dijo que la información sobre la gratuidad de los peajes está basada en “mentiras” y en “una falsedad absoluta”.
“Eso es intolerable, simple y sencillamente intolerable”, indicó enérgicamente en conferencia de prensa Mulino, quien hablará por teléfono con Trump el viernes a las 15H30 locales (20H30 GMT).
El Departamento de Estado afirmó el miércoles, en la red social X, que el gobierno panameño acordó “no cobrar más tarifas a los buques del gobierno de Estados Unidos”, lo cual representaría un “ahorro” de millones de dólares.
Este jueves, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, dijo en República Dominicana que le “parece absurdo” que su país deba pagar tarifas “para transitar una zona” que está obligado “a proteger en tiempo de conflicto”.
Pero la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), entidad que administra esta vía estratégica y es independiente del gobierno, rápidamente negó que haya ajustado las tarifas.
“Tampoco es que el peaje del canal está quebrando la economía de los Estados Unidos (…) andan por 6 (ó) 7 millones de dólares por año en función de la cantidad de naves que cruzan”, afirmó Mulino en referencia a los barcos militares.
Aunque desmintió a Washington, la ACP aseguró en un comunicado estar en disposición de dialogar con Estados Unidos “respecto al tránsito de buques de guerra”.
La ruta interoceánica de 80 km, inaugurada en 1914 y por donde pasa un 5% del comercio marítimo mundial, fue construida por Estados Unidos y entregada a los panameños en diciembre de 1999 en virtud de tratados bilaterales.
Jorge Quijano, exadministrador del canal, comentó a la AFP que Panamá “violaría los tratados” si exime del cobro a Estados Unidos porque sería discriminatorio para otros países.
- Auditoría contra empresa china –
La controversia surgió tras la visita el domingo a Panamá del jefe de la diplomacia estadounidense, quien transmitió a Mulino la preocupación por la “influencia” china en el canal.
Estados Unidos considera una amenaza a su seguridad nacional que la empresa Hutchison Holdings, de Hong Kong, opere, bajo concesión, dos puertos en las entradas del canal, pues cree que Pekín podría cerrarlo en caso de un conflicto.
Mulino recordó que Panama Ports, subsidiaria de la compañía china, está bajo una “auditoría integral” y que esperará los resultados para tomar una decisión sobre la concesión de 25 años, establecida en 1997 y renovada en 2021.
“Si violan los términos de la concesión o le causan un perjuicio inminente en materia económica al país, actuaremos en concordancia, pero por lo pronto está la auditoría en pie”, destacó.
Desde que ganó las elecciones en noviembre, Trump no ha descartado el uso de la fuerza para retomar el control del canal, por el que pasa más del 40% del tráfico de contenedores de Estados Unidos, según datos del gobierno de ese país.
Estados Unidos, con el 74% de la carga, y China, con el 21%, son los principales usuarios de la vía, de acuerdo con datos de la ACP.
- Ruta de la Seda, cancelada –
Tras las presiones de Washington para que Panamá se aleje de China, Mulino anunció el jueves la cancelación del acuerdo económico de la Franja y la Ruta de la Seda, suscrito en 2017 por el gobierno panameño de entonces y que vencía en 2026.
Mulino aseguró que la embajada de Panamá en Pekín presentó oficialmente el documento de “cancelación”. “Es una decisión que tomé”, subrayó.
El acuerdo que contempla el financiamiento de proyectos de infraestructura con fondos chinos e impulsa el comercio, es el programa emblemático del gobierno de Xi Jinping.
El miércoles, el portavoz de la cancillería china, Lin Jian, había dicho que “la cooperación entre China y Panamá en el marco de la Franja y la Ruta” se desarrollaba “con normalidad” y daba frutos. Y dijo esperar que “las partes resistan las interferencias externas”.
Rubio había considerado el lunes un “gran paso” para fortalecer las relaciones con Washington la decisión panameña de no renovar el acuerdo.
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