El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, llamó hoy a Estados Unidos y a las principales potencias europeas a regresar al sistema internacional creado por la conferencia de Yalta (Crimea), que cumple este martes 80 años.
“A la vista del actual nivel de conflictividad, la irreflexiva renuncia al sistema Yalta-Potsdam con la ONU y su estatuto como núcleos conducirá inevitablemente al caos”, señala el artículo publicado hoy en la revista Rusia en la Política Global.
Lavrov recuerda que el principal resultado de Yalta fue la creación de Naciones Unidas y el principio de la igualdad soberana de todos los Estados, lo que Moscú considera las bases para la creación de un nuevo orden mundial multipolar.
“La ONU no nos llevó al paraíso, pero nos salvó del infierno”, asegura.
Considera que Occidente tuvo la oportunidad de recuperar la fe en la ONU como única plataforma universal para forjar soluciones colectivas en 1991 con la desintegración soviética.
“Pero los instintos egoístas prevalecieron”, señala y alude a la agresiva política occidental en Europa del Este como uno de los motivos de las actuales tensiones con Rusia y de la campaña militar en Ucrania.
Lavrov alude a las recientes declaraciones del nuevo secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, quien criticó los sistemas que rigen las relaciones internacionales desde 1945 y 1991.
“La concepción ‘América Primero’ tiene un alarmante parecido al lema hitleriano ‘Alemania Sobre Todo’ y la apuesta por forjar la paz a través de la fuerza puede enterrar definitivamente la diplomacia”, asegura
El ministro ruso confía en que EEUU entre en razón tarde o temprano, pero, mientras, Moscú defiende la reforma de la ONU, aunque sin renunciar al derecho de veto, y la entrada de Brasil e India en el Consejo de Seguridad, pero no de Japón y Alemania.
Al mismo tiempo, defendió postulados de la ONU como el derecho a la autodeterminación de los pueblos, con el que intentó justificar la intervención militar en Ucrania.
Matiza que, según la declaración de 1970, se debe respetar la integridad territorial de los Estados, pero sólo en aquellos casos en los que el gobierno representa a toda la población que reside en ese territorio.
“No es necesario demostrar que después del golpe de estado de febrero de 2014 (la revolución del Euromaidán) el régimen de Kiev no representa a los habitantes de Crimea, Donbás y Novorosia (el este de Ucrania), al igual que las metrópolis occidentales no representaban a los pueblos de las colonias explotadas”, dijo.
Lavrov también subrayó que sigue en pie la propuesta presentada en 2020 por el líder ruso, Vladímir Putin, para celebrar una reunión de los jefes de Estado de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad con el fin de trazar un nuevo consenso mundial.
A la conferencia de Yalta asistieron el líder soviético, Iósif Stalin; el presidente de EEUU, Franklin Roosevelt, y el primer ministro británico, Winston Churchill, que firmaron un documento el 11 de febrero de 1945 tras ocho días de intensas negociaciones.
Los tres líderes se comprometieron a fundar las Naciones Unidas (25 de abril), dividir Alemania -incluido las reparaciones económicas- y Stalin se comprometió a declarar la guerra a Japón a cambio del control sobre las islas Kuriles, Sajalín y Mongolia.
La caída del muro en 1989 y de la Unión Soviética dos años más tarde convirtió en papel mojado la división de Europa en dos bandos -Alemania se reunificó- acordada en Yalta.
Rusia y Japón tampoco han firmado un tratado de paz y Moscú perdió en 1991 el control de Ucrania -se ha anexionado Crimea y cuatro regiones ucranianas desde 2014-, Bielorrusia, el Cáucaso Sur y Asia Central.