Una adolescente de 17 años murió este lunes en Australia tras ser atacada por un tiburón cuando nadaba en las aguas de la isla de Bribie, en el estado de Queensland, donde otro hombre falleció a finales de diciembre pasado también por la embestida de un escualo.
La cadena pública australiana ABC explicó que la joven fue atacada por el animal en la parte superior del cuerpo cuando ella nadaba en la playa de Woorim, un punto del norte de Brisbane que es visitado frecuentemente por turistas y que ha sido cerrado hasta nuevo aviso.
El extremo sureste de la isla, donde tuvo lugar el incidente, es una playa abierta, a diferencia del lado occidental que es más tranquilo y protegido, lo que aumenta el riesgo de contactos con tiburones, según ABC.
Este ataque se produce 35 días después de que un hombre de 40 años perdiera la vida en aguas del parque nacional de las islas Keppel, también en Queensland, por el ataque de un tiburón.
En esa ocasión, el australiano falleció dos horas después de sufrir el ataque, con lo que se convirtió en la octava víctima del 2024 -al única letal- a causa de los tiburones en Australia.
Según la Base de Datos Australiana de Incidentes con Tiburones de la Sociedad de Conservación Taronga, más de 1.230 ataques de tiburones se han computado desde que se comenzaron a cuantificar estos incidentes en Australia en 1871.
Los escualos -especialmente el gran tiburón blanco (‘Carcharodon carcharias’)-, al igual que los cocodrilos, son dos temidos animales de Australia conocidos por sus esporádicos ataques a humanos, algunos de ellos mortales.