Colombianos deportados denuncian maltrato: "Nos trataron como si fuéramos el Chapo"

Colombianos deportados denuncian maltrato: "Nos trataron como si fuéramos el Chapo"

El 20 de enero, mientras Donald Trump asumía la presidencia de Estados Unidos en Washington, Daniel Oquendo cruzaba la frontera entre Tijuana y San Diego, California, con la esperanza de conseguir un mejor futuro. Sin embargo, su intento de solicitar asilo terminó en deportación y en medio de una crisis diplomática entre Colombia y EE.UU.

Daniel inició su viaje en Medellín, Colombia, con la intención de trabajar como mecánico en EE.UU. Como muchos otros migrantes, se entregó a la Patrulla Fronteriza tras cruzar la frontera. Sin embargo, según relata, un agente le advirtió que con Trump en el poder, la “fiesta” para los colombianos se había acabado y serían deportados de inmediato.

Tras ser detenido, Daniel pasó cinco días incomunicado en un centro de detención en San Diego, sin posibilidad de bañarse ni contactar a un abogado. Relata que fue obligado a firmar documentos sin explicación alguna y, el sábado siguiente, lo subieron esposado a un avión militar rumbo a Colombia junto con otros compatriotas.

La situación tomó un giro inesperado cuando el presidente Gustavo Petro ordenó que el avión no aterrizara en Colombia, denunciando el trato indigno a los migrantes. El vuelo, tras más de 10 horas en el aire, terminó en El Paso, Texas. Oquendo y los demás deportados fueron devueltos a centros de detención, donde, según él, recibieron mejor trato que en San Diego.

Tras dos días adicionales de reclusión, los colombianos finalmente fueron repatriados en un avión de la Fuerza Aeroespacial Colombiana. A pesar de la postura de protesta del gobierno colombiano, Oquendo lamenta que la decisión de Petro los obligara a pasar más tiempo detenidos en EE.UU. “Nos revictimizaron. Nos hicieron pasar dos días más de calabozo y maltrato en vez de permitirnos regresar con nuestras familias”, declaró.

Este episodio ha tensado las relaciones entre Colombia y EE.UU., con Trump amenazando con imponer aranceles al país sudamericano. Mientras tanto, la situación de los migrantes deportados sigue generando debate sobre el trato a los solicitantes de asilo y las políticas migratorias en ambos países.