Washington, 24 de enero de 2025 – La administración de Donald Trump, quien asumió la presidencia el pasado lunes, inició una operación masiva contra la inmigración irregular que resultó en la detención de 538 inmigrantes indocumentados y la deportación de cientos de ellos, según informaron este viernes las autoridades estadounidenses.
La Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) informó a través de la red social X: “538 arrestos y 373 órdenes de detención presentadas”. La Casa Blanca también destacó en sus redes sociales que esta operación representa “un pequeño adelanto del trabajo de la Administración Trump para dar seguridad a las fronteras de nuestra nación”.
Entre los detenidos se encuentran Luis Alberto Espinoza-Boconsaca, arrestado en Buffalo por una condena previa por violación, y Cristofer Alexander Ramírez Olivia, capturado en St. Paul por conducta criminal sexual con un menor, según datos oficiales compartidos por ICE.
La Casa Blanca calificó esta operación como “la más grande de deportación masiva en la historia” y declaró que el gobierno está cumpliendo las promesas de campaña. “Promesas hechas. Promesas cumplidas”, se lee en otra publicación oficial.
Refuerzos en la frontera y vuelos de deportación
El miércoles, el gobierno desplegó 1,500 militares adicionales en la frontera con México, lo que supone un aumento del 60 % en las fuerzas activas en esa zona. Según el secretario de Defensa en funciones, Robert Salesses, el Pentágono también ha aprobado el uso de helicópteros, personal especializado en inteligencia y transporte aéreo militar para apoyar vuelos de deportación.
Los vuelos, que incluyen a más de 5,000 personas detenidas en San Diego (California) y El Paso (Texas), son parte de los primeros pasos en la aplicación de las órdenes ejecutivas firmadas por Trump.
Promesas de campaña en acción
Donald Trump, quien fue presidente de 2017 a 2021, centró su reciente campaña en la lucha contra la inmigración ilegal. Al retomar el cargo, rápidamente dio prioridad a estas medidas, incluyendo el endurecimiento de la frontera con México y la aceleración de deportaciones masivas.
Con este primer operativo, la administración Trump busca enviar un mensaje contundente sobre su postura frente a la inmigración irregular, mientras promete intensificar aún más estas acciones en los próximos meses.
