Ivanka Trump ha dejado en claro, una vez más, que no tiene intenciones de regresar a la política, asegurando que su familia es su prioridad y que no está dispuesta a sacrificar su tiempo con sus hijos.
En una reciente entrevista, la hija del expresidente Donald Trump explicó que su decisión de no volver a servir en la administración de su padre se basa en su experiencia previa y en el impacto que ello tendría en su familia. “Conozco el precio y es un precio que no estoy dispuesta a dar a mis hijos”, afirmó.
Ivanka, quien trabajó como asesora en la Casa Blanca durante la presidencia de Trump, destacó que en aquel entonces sus hijos eran más pequeños, lo que facilitó su ausencia. Sin embargo, ahora que están creciendo, su presencia es mucho más importante. “Cuando tienes hijos que son adolescentes, a punto de ser adolescentes, tu presencia física importa mucho”, enfatizó.
Además, la empresaria reconoció que, aunque le apasiona el impacto que puede generar la política, el ámbito político en sí no es algo que disfrute. “Me encanta la política y el impacto, pero odio la política”, expresó, señalando que este mundo tiene una “oscuridad” de la que prefiere mantenerse alejada.
A pesar de su distanciamiento, Ivanka reconoció que inevitablemente se verá en el centro de la tormenta debido a la candidatura de su padre en las elecciones presidenciales de 2024. “Mi padre está a punto de ser presidente, pero es un negocio muy oscuro y negativo”, concluyó.
Con estas declaraciones, Ivanka Trump refuerza su postura de priorizar su vida personal y su familia, alejándose del escenario político en el que tuvo un rol clave durante el mandato de su padre.
