El presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev, volvió a acusar el lunes a Rusia de haber derribado en diciembre un avión de Azerbaijan Airlines cuando sobrevolaba Kazajistán, un accidente que dejó 38 muertos.
Por el momento Rusia no ha negado ni ha confirmado esta versión.
“La responsabilidad por la muerte de ciudadanos azerbaiyanos recae en los representantes de Rusia”, dijo el presidente en una reunión con algunos miembros de la tripulación que sobrevivieron al accidente del 25 de diciembre.
“El avión fue derribado [por un ataque que venía] desde tierra”, dijo Aliev, que asegura que el aparato del fabricante brasileño Embraer sufrió “disparos” cuando sobrevolaba territorio ruso.
El avión volaba desde Bakú, la capital de Azerbaiyán, a Grozni (Rusia), pero se estrelló cerca de Aktau, en Kazajistán, al otro lado del mar Caspio.
“Si hubiera un peligro en el espacio aéreo ruso, debería haberse notificado al capitán de inmediato”, añadió.
Las cajas negras de la aeronave están siendo examinadas en Brasil, donde se fabricó el Embraer 190, para confirmar las sospechas de que fue derribado por disparos de defensa aérea rusa, como sugieren las imágenes de la cola con varios impactos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, pidió disculpas a Aliev y admitió que el día del accidente la defensa aérea rusa disparó por la presencia de drones ucranianos en el Cáucaso, aunque no reconoció que Rusia sea responsable de la tragedia.