En un acto sin precedentes dentro de la tradición jubilar, el Papa Francisco inauguró hoy la segunda Puerta Santa del Jubileo de la Esperanza 2025, ubicada en el Nuevo Complejo de Rebibbia, una prisión de Roma. Este gesto subraya la misericordia y la esperanza que el Pontífice desea transmitir a todos, especialmente a aquellos que viven privados de su libertad.
Al llegar a la iglesia del Padre Nuestro, situada junto al centro penitenciario, el Papa explicó el profundo significado de su elección.
“Quise que la segunda Puerta Santa estuviera en una cárcel para que todos, tanto dentro como fuera, pudiéramos abrir la puerta del corazón y entender que la esperanza no defrauda”, dijo.
En un audiovisual se observa al Papa Francisco golpeó la puerta seis veces, y ésta se abrió de par en par, simbolizando la apertura de los corazones a la misericordia divina. Posteriormente, el Pontífice cruzó el umbral caminando, un acto que contrasta con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, cuando lo hizo en silla de ruedas, demostrando una vez más su inquebrantable fortaleza espiritual.
Este gesto histórico resalta el profundo mensaje de inclusión y perdón del Papa Francisco, quien sigue promoviendo un Jubileo de Esperanza que invita a todos a renovar su fe y su compromiso con los valores de la paz, la reconciliación y la misericordia.