El Ejército israelí lanzó ataques aéreos contra múltiples objetivos hutíes en Yemen, incluidos puntos estratégicos en la capital, Saná, como parte de una ofensiva en respuesta a los recientes y recurrentes ataques con misiles y aviones no tripulados lanzados por los rebeldes hutíes contra Israel.
Según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), los ataques se centraron en el aeropuerto internacional de Saná, dos importantes centrales eléctricas y varias infraestructuras en los puertos de Hodeida, Salif y Ras Kanatib, que, según Israel, han sido utilizadas por los hutíes para actividades militares y el traslado de armas iraníes hacia la región.
Este ataque se produce después de que un misil lanzado desde Yemen activara las sirenas antiaéreas en Israel a principios de la semana, lo que obligó a millones de israelíes a refugiarse. Aunque el misil fue interceptado antes de alcanzar territorio israelí, la metralla caída en varias ciudades generó alarma. Este es el cuarto incidente en menos de una semana, aumentando las tensiones entre ambos países. Israel sostiene que sus ofensivas están dirigidas a desmantelar las infraestructuras utilizadas por el régimen hutí para sus operaciones militares y la entrada de altos funcionarios iraníes en la región.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y otros altos funcionarios de su gobierno aprobaron los ataques, como respuesta a la intensificación de las acciones hutíes. Las autoridades internacionales siguen monitoreando la situación, mientras la comunidad global observa con preocupación la escalada del conflicto y sus posibles repercusiones en el ya frágil panorama humanitario y geopolítico de Yemen.