En la comunidad de Deriso, en la región de Nip, Haití, un grupo de misioneros evangélicos ingresó al hounfò (templo) del houngan Jean Mytho, conocido como Tcholi, mientras este se encontraba trabajando en su jardín. Según testigos, los misioneros destruyeron los objetos religiosos del templo pertenecientes al sacerdote del vudú.
Cuando el houngan regresó y confrontó al grupo en el pórtico de su casa, preguntándoles sobre sus acciones, no recibió respuesta alguna. En cambio, fue atacado con piedras que lo dejaron inconsciente, con heridas graves en el rostro. Miembros de la comunidad le prestaron auxilio arrojándole agua para que recobrara el conocimiento.
La agresión dejó al sacerdote con lesiones visibles en el rostro, según informaron habitantes del lugar. Este incidente refleja tensiones entre las diferentes religiones en el país, especialmente en áreas rurales, donde, según denuncias, algunos grupos protestantes han recurrido a la violencia contra personas que no comparten su fe.
Organizaciones y líderes locales han advertido sobre el riesgo de que estos conflictos religiosos puedan derivar en una guerra civil si el Estado no interviene para garantizar el respeto mutuo. La ley en Haití protege la libertad religiosa, prohibiendo cualquier tipo de provocación o agresión entre grupos religiosos. Sin embargo, la falta de aplicación efectiva ha generado preocupación en diversos sectores.
Las autoridades no han emitido un pronunciamiento oficial sobre el incidente.