El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, pidió el martes a sus aliados que envíen “urgentemente” más ayuda para sus tropas que luchan contra las fuerzas rusas.
Antes de una reunión con el primer ministro polaco, Donald Tusk, Zelenski dijo que abordarían “cómo fortalecer urgentemente a Ucrania en el campo de batalla, política y geopolíticamente”.
Por su parte Tusk aseguró en la ciudad ucraniana de Leópolis, donde se reunió con su homólogo, que su país “velará” por que las futuras negociaciones de paz no terminen en soluciones “injustas”.
“Estaremos muy atentos y participaremos en todas las conversaciones posibles (…) Sobre todo, nos aseguraremos de que ninguna negociación conduzca a decisiones injustas”, dijo.
Las tropas ucranianas, superadas en número y exhaustas, están luchando en la región de Donetsk, en el este de Ucrania. Rusia reivindicó el martes la captura de una nueva aldea en la región, cerca de Kurakhove, que Moscú también está a punto de tomar.
El ejército ucraniano también está retrocediendo en la región rusa de Kursk, donde las tropas rusas han estado “llevando a cabo operaciones ofensivas intensivas” durante tres días, según el comandante en jefe ucraniano, Oleksandr Sirski.
Ucrania ocupa partes de la región de Kursk desde agosto, cuando lanzó una incursión transfronteriza.
Tanto Rusia como Ucrania buscan fortalecer sus posiciones antes de la toma de posesión en enero del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que ha prometido un final rápido al conflicto pero sin decir cómo.
Según Tusk, Ucrania “no tiene motivos para ceder” ante Rusia en las futuras conversaciones de paz.
Polonia, un país miembro de la OTAN que el 1 de enero asumirá la presidencia rotatoria de la Unión Europea, respalda firmemente a la vecina Ucrania y sirve como centro logístico crucial para la ayuda militar occidental a Kiev.