El gran órgano de Notre Dame de París, el más grande de Francia, resonó el sábado durante la ceremonia de reapertura de la catedral, por primera vez desde el incendio de 2019, según constató la AFP.
Este instrumento, de 13 metros de altura y tres siglos de antigüedad, no fue alcanzado directamente por las llamas, pero sus aproximadamente 8.000 tubos, ensuciados por polvo de plomo, tuvieron que ser desmontados y limpiados.
Durante varios meses, los artesanos han trabajado en su afinación y rearmonización.
El “despertar” del órgano es una ceremonia tradicional de la liturgia católica cuando se repara o se inaugura uno de esos instrumentos en una iglesia.
El arzobispo de París, Charles Ulrich, invocó al órgano en ocho ocasiones, y el instrumento respondió bajo las manos de cuatro músicos distintos.