El ejército sirio sigue luchando este jueves para frenar el avance de los rebeldes, liderados por los islamistas radicales, hacia Hama, la cuarta ciudad de Siria, informó una oenegé.
Los rebeldes consiguieron el miércoles rodear casi totalmente esta urbe, tras una ofensiva relámpago desde el norte que les permitió tomar Alepo, el pulmón económico del país.
“Durante la noche se produjeron violentos enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas del régimen, concentrados en la región de Jabal Zayn al Abidin, a unos cinco kilómetros al norte de Hama”, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).
“Las tropas gubernamentales presentan una resistencia tenaz e intentan frenar el avance de los rebeldes”, dijo a AFP el director de esta oenegé, Rami Abdel Rahman.
Una fuente militar citada por la prensa estatal siria afirmó el miércoles por la noche que “la aviación rusa y siria y las fuerzas de artillería y de misiles efectuaron ataques concentrados contra los (..) terroristas” en los alrededores de Hama.
En una semana, los rebeldes liderados por los islamistas radicales de Hayat Tahrir al Sham (HTS) se apoderaron de gran parte de Alepo, la segunda ciudad del país, y siguen avanzando hacia Hama.
Hama es una ciudad estratégica para el régimen de Bashar al Asad porque su dominio es esencial para impedir que los rebeldes lleguen a la capital, Damasco, situada unos 200 kilómetros más al sur.
Los combates y los bombardeos causaron más de 704 muertos, entre ellos 110 civiles, según la OSDH, una organización con sede en Reino Unido que cuenta con una gran red de fuentes de información en Siria.
Estos enfrentamientos son los primeros de esta envergadura desde 2020 en Siria, un país devastado por la guerra que estalló en 2011.