La fiscalía estadounidense ha acusado a una empresa química china y a varios de sus empleados de exportar ilegalmente precursores del fentanilo, según el Departamento de Justicia, mientras Washington busca una mayor cooperación con Pekín para combatir el tráfico de este opioide sintético.
Hubei Aoks Bio-Tech Co. Ltd., con sede en Wuhan, fue acusada por un gran jurado federal de 13 cargos vinculados a la venta de precursores de fentanilo para fabricar millones de pastillas destinadas al mercado estadounidense, informó el jueves el departamento en un comunicado.
“Esta acusación sostiene que una empresa, su director y su jefe de ventas obtuvieron beneficios económicos exportando a sabiendas materiales que contribuyeron a alimentar la crisis del fentanilo en nuestro país”, declaró el fiscal federal Martin Estrada, según el comunicado.
Hubei Aoks importó presuntamente las sustancias químicas, junto con un potente tranquilizante conocido popularmente como “tranq”, entre piezas de muebles, maquillaje y otros artículos.
El Ministerio de Seguridad Pública chino dijo el viernes que estaba investigando el caso basándose en las pruebas proporcionadas por Estados Unidos, según la agencia estatal de noticias Xinhua, que informó de la detención de cuatro sospechosos.
China impuso en septiembre nuevos controles sobre las sustancias químicas utilizadas para fabricar fentanilo, tras varias rondas de conversaciones entre Pekín y Washington.
La Agencia Antidroga estadounidense dijo antes de esos encuentros bilaterales que China era “la principal fuente de todas las sustancias relacionadas con el fentanilo que se trafican a Estados Unidos»”.
El fentanilo es responsable de unas 75.000 muertes por sobredosis al año en Estados Unidos, la principal causa de muerte entre la población de 18 a 49 años, según las autoridades.