El ministro de Defensa de Rusia, Andréi Beloúsov, anunció este martes que el país llevó a cabo ejercicios de disuasión nuclear, en los cuales se ensayaron las tácticas para realizar un ataque nuclear masivo en respuesta a un ataque enemigo. Estas maniobras fueron ordenadas por el presidente ruso, Vladímir Putin, y están enmarcadas dentro del plan de entrenamiento de las Fuerzas Armadas de Rusia.
Beloúsov detalló que en estos ejercicios participan varios activos estratégicos, incluyendo un submarino de misiles de la Flota rusa del Pacífico, un sistema móvil de misiles terrestres Yars, un submarino de la Flota rusa del Norte, y dos bombarderos estratégicos de largo alcance Tu-95 MS.
Durante las simulaciones, se lanzó un misil balístico intercontinental Yars desde el cosmódromo de Plesetsk, en la provincia de Arjánguelsk, hacia el campo de pruebas de Kurá, en Kamchatka. Asimismo, el submarino nuclear Kniaz Oleg disparó un misil balístico Bulavá desde el mar de Ojotsk, y el Novomoskovsk, también de la Flota rusa del Norte, lanzó un misil Sinevá desde el mar de Barents. Los aviones Tu-95MS también participaron en la maniobra, lanzando misiles de crucero, todos los cuales alcanzaron sus objetivos.
En el lanzamiento de estos ejercicios, Putin enfatizó que el uso de armas nucleares es una medida de último recurso para garantizar la seguridad de Rusia y aseguró que el país no se dejará arrastrar a una carrera armamentística. No obstante, confirmó que Rusia mantendrá sus fuerzas nucleares en un nivel de “suficiencia necesaria”.
Además, el presidente anunció que las fuerzas estratégicas de misiles serán modernizadas con sistemas más precisos y capaces de superar las defensas antimisiles, lo que subraya la creciente preocupación por las dinámicas de seguridad a nivel global.