El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostuvo este miércoles un encuentro con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en el que intercambiaron opiniones sobre diversos temas. No obstante, y pese a contar con el respaldo de Putin, su ingreso al grupo BRICS no fue anunciado.
Tras la mala noticia, que en Caracas daban como un hecho, el mandatario venezolano espera nuevas inversiones rusas en su país.
Rusia se consolida como uno de los principales socias de Venezuela, o por lo menos eso es lo que espera Maduro, luego de reunirse con el presidente Putin.
Con una economía afectada, en parte por las sanciones occidentales, Venezuela apuesta por que las inversiones rusas le permitan resurgir. La nación suramericana cuenta con una buena fuente de recursos: petróleo, minerales, metales, etc, pero las sanciones impuestas le impiden comercializar los mismos y poder mejorar su situación financiera.
“Estamos dispuestos a seguir recibiendo inversiones rusas en Venezuela, a seguir fortaleciendo nuestro comercio, a seguir fortaleciendo la alianza entre los sectores empresariales en todos los campos y a fortalecer nuestra alianza con la gran Rusia en todos los campos políticos. Por eso los felicito y toda nuestra delegación está lista para que avancemos en los temas de cooperación bilateral”, dijo Maduro durante el encuentro con Putin.
Desde los tiempos de Hugo Chávez, Rusia se ha ido acercando a Venezuela como parte de su estrategia de tener presencia en la región. Primero fue la venta de armamento a la nación suramericana pero luego, ya bajo la Administración de Nicolás Maduro, diversas empresas petroleras invirtieron en proyectos para la explotación de hidrocarburos.
Maduro no viajaba a Moscú desde 2019 y su regreso se produce meses después de participar en unas controvertidas elecciones, donde el Consejo Nacional Electoral venezolano le declaró ganador, al tiempo que las naciones occidentales prevén aplicar nuevas sanciones si no muestra las actas que prueben su victoria.