La población de Haití “sigue sufriendo la violación de todos sus derechos humanos” por parte de las pandillas, mientras la policía local y la fuerza internacional de seguridad carecen de recursos para detenerlas, alertó este viernes el experto de la ONU William O’Neill en un comunicado.
“Hay que poner fin a esta agonía persistente. Es una carrera contrarreloj”, declaró el funcionario al cabo de una visita de 12 días en el país caribeño.
Frente a unas bandas criminales que continúan recibiendo armas pese a un embargo internacional, la policía “carece de capacidad logística y técnica” para frenar su expansión, lamentó el experto.
Y la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MMAS), autorizada por el Consejo de Seguridad de la ONU en octubre de 2023, “ha desplegado menos de un cuarto de su efectivo previsto” y cuenta con un material “inadaptado” y recursos “insuficientes”, añadió.
Las pandillas, entretanto, mantienen el control sobre más del 80% de Puerto Príncipe y las principales carreteras del país.
Su violencia ha dejado al menos 700.000 desplazados en Haití, la mitad de ellos niños, y casi cinco millones de personas sufren de inseguridad alimentaria aguda, indicó el experto de la ONU.
“La población sigue sufriendo la violación de todos sus derechos humanos. La violencia sexual, utilizada como arma por las pandillas para controlar a los habitantes, ha aumentado drásticamente en los últimos meses”, señaló O’Neill.
Esos grupos también se dedican cada vez más a “la trata de niños, a los reclutamientos forzosos, y los utilizan a menudo para atacar las instituciones públicas” y a la policía, agregó.
Ante esta situación, O’Neill pidió que se le conceda a la misión internacional los recursos necesarios para ayudar de forma “eficaz” a la policía haitiana y que se apliquen otras medidas votadas por el Consejo de Seguridad como un regimen de sanciones y el embargo de armas selectivo.
El experto llamó asimismo a las autoridades haitianas, nombradas este año tras la dimisión del impopular gobierno de Ariel Henry, a “luchar contra la corrupción y el mal gobierno”, que empeoran la crisis humanitaria.
“Las soluciones están ahí y ya existen. Pero hay que redoblar los esfuerzos de inmediato”, concluyó.