Donald Trump fue objeto de un aparente intento de asesinato este domingo en Florida, informó la policía federal estadounidense (FBI), si bien se encuentra “sano y salvo”, según la campaña del candidato presidencial republicano y las fuerzas de seguridad.
El Servicio Secreto confirmó que uno o varios de sus agentes “abrieron fuego contra un hombre armado” situado cerca de los límites del campo de golf de Trump en West Palm Beach. Junto al lugar donde estaba, los agentes encontraron un fusil AK-47 con mira telescópica, dos mochilas y una cámara GoPro.
El sospechoso escapó en un automóvil negro, pero un testigo ayudó a la policía a identificar el vehículo y las autoridades lograron detener al conductor.
“Ahora mismo tenemos a alguien bajo custodia que es un posible sospechoso”, dijo en rueda de prensa el sheriff del condado de Palm Beach, Ric Bradshaw.
Trump estaba jugando en su campo de golf, cerca de su residencia de Mar-a-Lago, durante un día de descanso de la campaña presidencial, según varios medios.
“El presidente Trump está sano y salvo después de que se produjeran disparos en sus inmediaciones”, indicó en un comunicado el director de campaña del magnate, Steven Cheung.
El expresidente (2017-2021) ya fue víctima de un intento de asesinato el 13 de julio, mientras hablaba en un mitin al aire libre en Butler, Pensilvania.
Las autoridades que intervinieron en la rueda de prensa este domingo no confirmaron si el atacante disparó realmente en dirección del expresidente, pero los agentes del Servicio Secreto sí se enfrentaron al sospechoso.
“No estamos seguros en este momento de si el individuo pudo disparar contra nuestros agentes”, dijo Rafael Barros, de esa agencia.
“Cañón de fusil asomando”
El FBI dijo estar “investigando lo que parece ser un intento de asesinato del expresidente Trump”.
Un agente del Servicio Secreto encargado de vigilar el campo de golf durante la partida de Trump vio un “cañón de fusil asomando de la valla y se enfrentó enseguida a ese individuo, que escapó en ese momento”, explicó el sheriff Bradshaw.
Según él, el sospechoso estaba a entre 275 y 455 metros del expresidente, pero “con un rifle y una mira telescópica como esa, no es una larga distancia”, apuntó.
El sheriff William Snyder, del vecino condado de Martin, declaró a la CNN que el sospechoso detenido por las fuerzas del orden tenía “una actitud bastante tranquila e inexpresiva. No mostraba muchas emociones”.
Las autoridades iniciaron una investigación sobre el hombre capturado.
La Casa Blanca emitió un comunicado en el que afirmó que tanto el presidente Joe Biden como la vicepresidenta Kamala Harris, rival demócrata de Trump en las elecciones de noviembre, fueron informados del incidente.
“Están aliviados de saber que está a salvo”, indicó.
La propia Harris dijo que le tranquilizaba saber que se evitó una tragedia. “He sido informada sobre la noticia de disparos cerca del expresidente Trump y su propiedad en Florida, y me alegro de que esté a salvo”, dijo. “La violencia no tiene cabida en Estados Unidos”, añadió.
El Servicio Secreto estadounidense, encargado de proteger a presidentes, exmandatario y otros dignatarios en Estados Unidos, se enfrentó a críticas tras el intento de asesinato contra Trump en Pensilvania.
Kimberly Cheatle, entonces directora de la agencia, dimitió a raíz de las críticas recibidas por ese incidente, y al menos cinco agentes fueron puestos en baja administrativa.
Cheatle reconoció en su carta de dimisión que la agencia “se quedó corta” en su misión de proteger a los líderes de la nación.