Miami (EE.UU.).- El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, dijo este domingo estar “aliviado” al saber que el exmandatario y candidato republicano a las elecciones presidenciales, Donald Trump, está ileso después de un posible intento de asesinato.
El expresidente sufrió este domingo su segundo intento de asesinato este verano después de que un individuo, que fue detenido por el Servicio Secreto y no llegó a disparar al mandatario, se aproximara al campo de golf en el que estaba jugando el republicano, armado con un rifle AK-47 con mira telescópica.
“Un sospechoso está detenido y elogio el trabajo del Servicio Secreto y sus socios en la aplicación de la ley por su vigilancia y sus esfuerzos para mantener a salvo al expresidente y a quienes lo rodean. Me siento aliviado de que el expresidente está ileso”, anotó Biden en un comunicado.
El demócrata, además, señaló que ha ordenado a su equipo que “continúe asegurando que el Servicio Secreto tenga todos los recursos, la capacidad y las medidas de protección necesarias para garantizar la seguridad continua del expresidente”.
Por su parte, Trump, dijo en un comunicado este domingo que “su determinación (por volver a la Casa Blanca) es incluso más fuerte después de otro intento de asesinato”.
En el texto, además, resalta que nunca se rendirá y animó a sus seguidores a votar por él en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Este es el segundo mensaje que Trump manda hoy. En el primero indicó que estaba “a salvo y bien”.
La Oficina Federal de Investigación (FBI, en inglés) confirmó que lo sucedido en el Trump International Golf Club de West Palm Beach, Florida, está siendo investigado como un aparente “intento de asesinato”.
El detenido es un hombre de 58 años llamado Ryan Wesley Routh que ha vivido en Carolina del Norte y en Hawái, según los medios locales.
Trump fue víctima de un intento de asesinato el pasado 13 de julio durante un mitin en Butler (Pensilvania), después de que un joven de 20 años le disparó con un fusil hiriéndolo en la oreja derecha.
El Servicio Secreto abatió al agresor, quien disparó desde un lugar elevado fuera del recinto, donde una persona del público murió por herida de bala.
El suceso provocó numerosas dimisiones por las fallas de seguridad del evento, incluso la de la entonces directora del Servicio Secreto estadounidense, Kimberly Cheatle.
Cheatle acabó dimitiendo diez días después por los errores en la seguridad en ese encuentro y afirmó que ese intento de asesinato supuso el “mayor fallo operativo” de la agencia “en décadas”.