El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, pidió este lunes “perdón” a los familiares de los seis rehenes israelíes hallados muertos en Gaza y enterrados en Israel domingo y lunes.
“Les pido perdón por no haberlos traído vivos. Estuvimos cerca, pero no lo conseguimos”, declaró Netanyahu en una inhabitual rueda de prensa. El movimiento islamista palestino Hamás “pagará un precio muy alto”, añadió.