Trinidad y Tobago cambia carabelas de Colón por tambores del carnaval en su escudo de armas

Trinidad y Tobago cambia carabelas de Colón por tambores del carnaval en su escudo de armas

Trinidad y Tobago sustituirá las tres embarcaciones de Cristóbal Colón en su escudo de armas por sus tradicionales tambores metálicos usados para el calipso y en el carnaval del archipiélago, uno de los más famosos del mundo.

“Vamos a sustituir las tres naves de Colón: la Niña, la Pinta y la Santa María por el ‘steelpan'”, en referencia al nombre local del instrumento, anunció el domingo el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, en una convención constitucional especial de su partido político en Puerto España.

El escudo de armas de Trinidad y Tobago no ha sufrido alteraciones desde que el país ganó su independencia de Reino Unido en 1962. Las embarcaciones figuran debajo de dos colibríes dorados sobre una representación de las islas y el lema “Juntos aspiramos, juntos logramos”.

Colón descubrió Trinidad, a la que dio su nombre, en su tercer viaje. “Los tres barcos de oro representan la Trinidad: el descubrimiento de las islas y los tres barcos de Colón; el mar que unió a nuestro pueblo; y el comercio y la riqueza de nuestro país”, detalla sobre el escudo el Ministerio de Asuntos Exteriores en su página web.

“Para fines logísticos, eso se llevará a cabo en un período de seis meses, lo que nos permitirá consumir la papelería y otras cosas que tenemos en el lugar y ser reemplazados por nuestra nueva intención”, agregó Rowley.

Inventado en Trinidad y Tobago, el “steelpan”, también conocido como “steeldrum”, se ha extendido por todo el Caribe. El carnaval de Trinidad y Tobago, que se celebra antes del Miércoles de Ceniza, atrae cada año a miles de turistas gracias a las famosas “steelbands” y su música (calipso y soca), las fiestas y los coloridos desfiles.

Desde 2022, un comité se encarga de revisar la enseñanza de la historia en el país, y en particular sus símbolos.

El ex fiscal general Garvin Nicholas indicó, por su parte, que la sustitución podría costar “cientos de millones de dólares”, pues supondría cambiar el escudo de armas en todos los edificios gubernamentales y en la papelería oficial.

“No es un simple acto de subirse a un estrado y decirlo”, señaló.