Sigilosos y ágiles, los perros robot podrían ser desplegados próximamente en el frente para secundar en misiones peligrosas a los soldados ucranianos, como la inspección de trincheras rusas o la detección de minas.
En una demostración realizada en un lugar de Ucrania cuyo nombre se mantuvo confidencial, un perro metálico del modelo BAD One, siguiendo órdenes de un operador a través de un mando a distancia, se levantó solo, se agachó, corrió y saltó.
Derivado de un modelo disponible en el ámbito comercial, este robot tiene una versión más sofisticada, el BAD Two, que no puede ser mostrada por razones de seguridad.
Capaz de realizar numerosas tareas en el frente, estos perros robot podrían convertirse en un aliado fundamental para el ejército ucraniano al que le faltan efectivos para hacer frente a la invasión rusa que dura ya casi dos años y medio.
“Tenemos soldados (…) enviados en misiones de reconocimiento” que están “en su mayoría muy entrenados y experimentados”, pero “en permanentes situaciones de riesgo”, explicó el operador Yuri (un seudónimo), haciendo una demostración ante periodistas de AFP.
“Los perros limitan los riesgos que corren los soldados y aumentan las capacidades operativas”, añadió este especialista de una empresa británica que desarrolla soluciones militares. “Al final, salvan vidas”.
La máquina utilizada para la demostración se desplaza gracias a una batería que tiene autonomía para “entre dos y tres horas”, aseguró.
Estos perros son útiles para detectar minas o artefactos explosivos, aunque también pueden servir para llevar municiones o medicamentos a puntos calientes del campo de batalla.
“No puedo decir cuántos vamos a poner en marcha y dónde, pero van a tener un significativo impacto en las operaciones militares y van a incrementar la seguridad de los soldados”, dijo Yuri.