La campaña presidencial estadounidense, que se ha caracterizado por insultos y ataques cruzados, ha dejado hasta ahora poco espacio para la discusión sobre el cambio climático, mientras el mundo experimenta una temperatura y desastres naturales sin precedentes.
Pero ahora que Donald Trump se enfrenta a Kamala Harris en lugar de a Joe Biden, el republicano ha utilizado sus recientes mítines para hacerse eco de la desinformación y los memes, incluidas prohibiciones ficticias de la carne roja y las estufas de gas.
“Kamala pidió reducir drásticamente el consumo de carne roja para luchar contra el cambio climático”, dijo Trump durante un mitin el 27 de julio en el estado de Minnesota.
La candidata demócrata “se desharía de todas las vacas… y supongo que en algún momento, irán a por los humanos”, añadió el expresidente, haciéndose eco de las teorías conspirativas que se han levantado sobre Harris en espacios de derecha.
J.D. Vance, compañero de fórmula de Trump, amplificó las afirmaciones en un discurso del 3 de agosto en Atlanta, donde dijo que Harris “quiere quitarles sus estufas de gas, incluso quiere quitarles su capacidad de comer carne roja”.
Estos mitos cobraron vida propia en X, alentados por comentaristas conservadores en estados clave y cuentas partidarias de Trump con cientos de miles de seguidores.
Sin embargo, Harris no hizo tales promesas de campaña.
Ella misma se ha mostrado utilizando una estufa a gas y señaló en un panel ambiental de 2019 que “le encantan las hamburguesas con queso de vez en cuando”, aunque ha apoyado la idea de actualizar las pautas dietéticas.
“Una táctica probada y real en política es tergiversar las posiciones de tu oponente para que suenen extremas e inaceptables. Trump y Vance están haciendo exactamente eso con las posiciones de la vicepresidenta Harris sobre la acción climática”, dijo Edward Maibach, director del Centro de Comunicación sobre el Cambio Climático de la Universidad George Mason.
Postura de Harris
A las falsas narrativas se suman las críticas de Trump y Vance a la postura de la vicepresidenta sobre temas como el fracking, una técnica de extracción subterránea de petróleo y gas violentamente disruptiva.
Harris abogó por prohibir la práctica en 2019, antes de convertirse en la compañera de fórmula de Biden en 2020. Pero más recientemente ha tratado de evitar preguntas al respecto, particularmente en el crucial estado de Pensilvania, donde el fracking es un gran negocio.
Aun así, los activistas climáticos han saludado en su mayoría a Harris, cuya postura ambiental ha estado históricamente a la izquierda del presidente, en particular al perseguir a las compañías petroleras como fiscal general de California.
La administración Biden también impulsó un cambio hacia la energía renovable al aprobar la Ley de Reducción de la Inflación, la mayor inversión en la reducción de la contaminación de carbono en la historia de Estados Unidos.
Trump se ha opuesto vehementemente a la legislación, adoptando el lema “perfora, nena, perfora” (“drill, baby, drill”) para resumir su enfoque favorable a los combustibles fósiles.
La Liga de Votantes por la Conservación, un grupo de defensa del medio ambiente, dijo a la AFP que la amplificación de la desinformación sobre “prohibiciones generalizadas” por parte de la campaña de Trump constituye “tácticas de miedo ridículas” perpetradas para socavar el “progreso climático” reciente.
“Un tiro por la culata”
En respuesta a la solicitud de comentarios de la AFP, la portavoz de Harris, Lauren Hitt, no se refirió a las afirmaciones específicas de Trump y su compañero de fórmula, pero dijo que la demócrata “está centrada en un futuro en el que todos los estadounidenses tengan aire limpio, agua limpia y energía asequible y confiable”.
Trump, por su parte, ha rechazado repetidamente las amenazas del cambio climático.
“La mayor amenaza no es el calentamiento global, donde el océano va a subir solo unos milímetros en los próximos 400 años”, le dijo a Elon Musk en X a mediados de agosto.
Según una encuesta reciente del Programa de Comunicación sobre el Cambio Climático de Yale, más de un tercio de los votantes registrados afirman que el calentamiento global es muy importante para su voto en las elecciones de 2024.
“Sospecho que la táctica resultará en un tiro por la culata, dado un número relativamente menor de votantes no comprometidos”, dijo Maibach.
“El ataque de Trump y Vance a la vicepresidenta Harris por sus posiciones sobre el clima los perjudicará más que los ayudará”.