El canal de Panamá cumple el jueves 110 años de operación y son muchas las curiosidades y anécdotas relacionadas con la colosal vía interoceánica, construida por Estados Unidos tras el descalabro francés. Aquí cinco hechos destacables:
El canal hizo nacer un país
La independencia de Panamá de Colombia en 1903 está vinculada al canal interoceánico.
Tras el fracaso del conde francés Ferdinand de Lesseps de abrir un canal en el istmo, Estados Unidos promovió la separación de la provincia de Panamá y firmó con el naciente país un tratado que le cedió a perpetuidad tierras y aguas para construirlo.
Luego de 10 años de construcción y una inversión de 380 millones de dólares de la época, el canal fue inaugurado el 15 de agosto de 1914 con el cruce del vapor Ancón.
Atrás quedaron 25.000 muertos por enfermedades y accidentes durante la construcción francesa y estadounidense.
En la etapa francesa, en 1887, el luego célebre pintor Paul Gauguin casi pierde la vida trabajando en las obras de construcción.
Un Estado dentro de otro
Washington estableció la “Zona del Canal”, un enclave donde ondeaba la bandera estadounidense con bases militares, policías y justicia propias.
Esto dio pie a décadas de reclamos panameños para reunificar el país y tomar el control de la vía.
“El canal en estos 110 años ha representado muchas cosas. En su construcción original: ingenio, perseverancia y sacrificio; luego una gran lucha por recuperar un solo territorio nacional y una sola bandera”, dijo a la AFP la subadministradora de la vía, Ilya Espino.
En 1977 el líder nacionalista panameño Omar Torrijos y el presidente estadounidense Jimmy Carter firmaron los tratados que permitieron traspasar el canal a Panamá en 1999.
Atajo con ascensores
La vía, de 80 km que conecta el océano Pacífico con el mar Caribe, funciona con esclusas, una especie de ascensores que elevan los buques 26 metros para poder alcanzar el nivel del lago Gatún y atravesarlo.
Otro juego de esclusas los hace descender al nivel del mar para seguir su ruta.
El canal transformó la navegación y el comercio mundial. Los barcos pasan de un océano a otro en unas 8 horas sin tener que ir hasta el Cabo de Hornos. De Nueva York a San Francisco, un buque se ahorra 20.300 km.
En 110 años solo ha cerrado en 1915 por un derrumbe y en 1989 cuando Panamá fue invadida por Estados Unidos. En 2010 se detuvo 17 horas por inundaciones.
“Superamos una pandemia de covid sin cerrar un solo día al comercio mundial”, destaca Espino.
Gallina de huevos de oro
Por el canal circula el 6% del comercio marítimo mundial. Además conecta más de 1.900 puertos en 170 países. Sus mayores usuarios son Estados Unidos, China, Japón y Corea del Sur.
A inicios del siglo XXI ya se había quedado pequeño y entre 2009 y 2016 fue ampliado. Hoy pueden pasar buques neopanamax, con dimensiones de 49 metros de manga por 366 metros de eslora, equivalentes a casi cuatro campos de fútbol.
La ampliación “ha permitido acomodar buques de hasta casi 18.000 contenedores”, explica a la AFP el exadministrador de la vía Jorge Quijano.
El canal aporta el 6% del PIB de Panamá y desde 2000 entregó al erario más de 25.700 millones de dólares.
En el año fiscal 2023, cuando lo cruzaron más de 14.000 barcos con 511 millones de toneladas de carga, aportó un récord de 2.544 millones de dólares, mucho más que en 85 años de administración estadounidense (1.878 millones).
Pero la gallina de los huevos de oro de Panamá ahora enfrenta la amenaza de la sequía.
El canal de agua dulce
A diferencia del canal de Suez, el de Panamá opera con agua dulce. “Usa dos veces y media la cantidad que utiliza una ciudad del tamaño de Nueva York”, ilustró el administrador de la vía, Ricaurte Vásquez.
Por cada barco se vierten al mar unos 200 millones de litros de agua dulce.
En 2023 saltaron las alarmas cuando la sequía obligó a reducir de 38 a 22 el tránsito diario de buques. Este año se va recuperando.
“Muchos países tienen petróleo o gas, nosotros agua y la naturaleza nos está haciendo una jugada que no esperábamos”, dijo a AFP Jorge Pitti, encargado de operaciones de la esclusa de Cocolí, en el lado Pacífico de la ruta.
Las autoridades estudian construir un embalse en un río cercano para abastecer al canal, pero más de 2.000 personas tendrían que ser reubicadas.
“El canal tiene que recuperar su confiabilidad de servicio. Eso solo se logra asegurando nuevas fuentes de agua”, advirtió Quijano.