La emblemática empresa cosmética Avon ha presentado su declaración de quiebra en Estados Unidos, en un esfuerzo por abordar su deuda y las crecientes responsabilidades legales derivadas de demandas relacionadas con la presunta contaminación de sus productos a base de talco con sustancias que causan cáncer. La compañía anunció la medida en un comunicado emitido el martes.
Avon ha iniciado el procedimiento para solicitar la protección bajo el Capítulo 11 del Código de Quiebras de EE.UU., que permite a las empresas continuar sus operaciones mientras elaboran un plan para reestructurar sus finanzas y pagar sus deudas. La firma aclaró que sus operaciones fuera de Estados Unidos no están incluidas en los procedimientos del Capítulo 11 y que estas continuarán desarrollándose con normalidad en los mercados internacionales.
“Las empresas operativas de Avon fuera de EE.UU., que continúan avanzando en iniciativas estratégicas, no forman parte de los procedimientos del Capítulo 11, y las operaciones siguen como siempre en los mercados internacionales de Avon”, destacó la compañía en su comunicado.
La decisión de Avon de declararse en quiebra llega en un momento en que la compañía enfrenta múltiples demandas que alegan que sus productos a base de talco estaban contaminados con asbestos, un mineral que ha sido vinculado a varios tipos de cáncer. Estas demandas han presionado las finanzas de la empresa, llevándola a buscar la protección del Capítulo 11 para reorganizarse y abordar las responsabilidades legales.
Avon, una marca que ha sido un pilar en la industria cosmética durante más de un siglo, fue adquirida en 2020 por la compañía brasileña Natura & Co. Como parte de la adquisición, Natura & Co firmó un acuerdo para comprar las participaciones de capital en las operaciones internacionales de Avon por 125 millones de dólares, dejando las operaciones en Estados Unidos bajo una estructura separada.