“El sueño de Martin Luther King”: los seguidores demócratas de la candidata a la elección presidencial de noviembre Kamala Harris vinieron en masa a aplaudirla el martes en Pensilvania, galvanizados por la designación de su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota, Tim Walz.
“Dios mío”, exclama Joyce Meder. Esta campaña “incluye realmente a todo el mundo”.
A los 64 años, enarbola orgullosamente una camiseta con el eslogan “El club de las solteras con gato en Estados Unidos”, en alusión al candidato a vicepresidente de Donald Trump, J.D. Vance, que acusó a las demócratas en el poder de ser una banda de “mujeres gato sin hijos, solitarias e infelices” en un video de 2021 desenterrado para la campaña.
Esta ferviente demócrata completó su vestimenta con una máscara de gato y una capa, pero es seria cuando afirma que la fórmula Harris-Walz es el “sueño de Martin Luther King”, héroe del movimiento de los derechos cívicos de los que “Donald Trump sería una pesadilla”.
“Vine para apoyar a Hillary Clinton (durante la campaña de 2016), pero esta reunión es aún más especial porque es una persona de color y demuestra lo duro que hemos trabajado para llegar hasta aquí”, añadió, en referencia a Harris, que podría convertirse en la primera mujer negra presidenta de Estados Unidos.
“Hay mucha energía aquí. Estados Unidos no estaba preparada para Hillary Clinton, pero quizá lo esté ahora”, añadió Tony Copper, de 61 años, quien considera a Walz como una “buena” elección.
– “Estadounidense común” –
La vicepresidenta y su compañero de fórmula eligieron Filadelfia, la principal ciudad del estado clave de Pensilvania, para su primer encuentro conjunto, cuando apenas han transcurrido tres semanas de una campaña trepidante tras la sorpresiva retirada del actual presidente, Joe Biden.
El entusiasmo de los seguidores demócratas se ha disparado y flotan en una nube de optimismo, reforzados por unas encuestas más favorables a la candidata que las que tenía Biden, lastrado por las dudas sobre su capacidad física y mental.
El nombramiento de su compañero de fórmula no ha hecho más que disparar las expectativas.
Walz “parece un estadounidense común, con el que te puedes identificar”, confía Carlos Ruiz, de 39 años, recordando que fue el gobernador de Minnesota quien popularizó la ocurrencia más viral de las últimas semanas sobre Trump y su compañero de fórmula J.D. Vance: son “raros”.
Esta definición “realmente resonó en el país (…) una palabra tan simple que realmente galvanizó a las bases”, añadió este funcionario de prisiones, que luce una insignia con el mensaje “estoy con ella”.
En el centro que acogía el mitin, la multitud enarbolaba pulseras azules, el color de los demócratas, mientras se preparaban para la llegada de la candidata al son de canciones de Usher, DJ Riel y Mark Ronson.
Fuera del estadio, las camisetas y chapas con la efigie de Walz, nominado unas horas antes, eclipsaban los pocos pins que aún llevaban los nombres de Biden-Harris.
– “Optimismo renovado” –
En las pantallas gigantes también se actualizaron los clips de campaña, con el rostro sonriente de Walz, antiguo profesor y entrenador de fútbol americano, un pasado al que la candidata se refirió extensamente en su discurso.
“Muchos de mis amigos y familiares dicen que hay una esperanza y un optimismo renovados”, se alegra Olivia Osborne, de 25 años.
La familia de esta directora de marketing es “medio demócrata”. “Mi padre solía ser republicano, pero se ha convertido en un demócrata del ‘nunca más Trump'”, dice.
Algunos de los presentes lamentaron que su gobernador, Josh Shapiro, no hubiera sido elegido como compañero de fórmula cuando parecía uno de los más sólidos candidatos.
Pero la alcaldesa de Filadelfia, Cherelle Parker, les instó a no escatimar su entusiasmo por Walz, al afirmar que la elección ya estaba hecha.
El propio Shapiro subió a la tribuna antes que la candidata y Walz para decir que “trabajaría duro” para que el dúo saliera elegido.
En el otro extremo de la ciudad, J.D. Vance, compañero de fórmula de Trump y senador por Ohio, también se encontraba en un mitin, contrastando la alegría de los demócratas con un lema exhibido por doquier: “Kamala el caos”.