Kamala Harris y su recién elegido compañero de fórmula, Tim Walz, dieron este martes su primer mitin conjunto en Filadelfia (Pensilvania) destinado a darse a conocer entre los estadounidenses a solo tres meses de las elecciones presidenciales.
La candidata demócrata y el que se convertiría en su vicepresidente en caso de victoria en las votaciones del próximo 5 de noviembre tienen poco tiempo para convencer a los electores.
En un auditorio abarrotado de entusiastas demócratas, que dieron una calurosa bienvenida al tándem, acompañado de sus respectivos cónyuges, Harris advirtió que esta campaña “no solo es un combate contra Donald Trump”, el rival republicano.
“Es un combate por el futuro”, dijo.
Su compañero de fórmula, Tim Walz, elegido este mismo martes, arremetió contra el magnate republicano, al que consideró demasiado egoísta para servir a los estadounidenses.
“Donald Trump ve el mundo de otra manera. No tiene ni idea de servicio porque está demasiado ocupado sirviéndose a sí mismo”, dijo Walz ante los aplausos del público.
Este primer mitin conjunto en Pensilvania, un estado fundamental para la victoria del próximo inquilino de la Casa Blanca, es el primero de una gira de varios días por varios estados decisivos.
– “El honor de mi vida” –
Harris dijo este lunes en la red social X que está “orgullosa” de haber elegido al gobernador de Minnesota para tratar de conseguir las llaves de la Casa Blanca ante Trump.
Procedente del Medio Oeste, este antiguo profesor y entrenador de fútbol americano de 60 años es poco conocido fuera de las fronteras de su estado, pero lo consideran capaz de ayudar a conquistar el voto de los indecisos.
“Como gobernador, entrenador, profesor y exmilitar”, Walz “ha defendido los intereses de las familias de trabajadores como la suya”, añadió Harris.
“Es el honor de mi vida”, respondió Walz, que prometió “darlo todo”.
Harris, que en caso de victoria se convertiría en la primera mujer negra y de origen surasiático en ocupar la presidencia de Estados Unidos, eligió como se esperaba a un hombre blanco para formar con ella la dupla demócrata.
– Trayectoria atípica –
Exmilitar de la Guardia Nacional con un recorrido atípico, Walz procede del mundo rural a diferencia de la vicepresidenta.
Aunque con fama de moderado, el gobernador ha adoptado medidas consideradas como progresistas, como la legalización del cannabis para uso recreativo, las restricciones para la compra de armas, pese a que se declara cazador, o la ampliación de la protección federal para los trabajadores.
El presidente Joe Biden, que dio un giro a la campaña al renunciar a la reelección el 21 de julio a favor de su vicepresidenta, aprobó la elección de Walz.
“Serán una voz poderosa para los trabajadores y la clase media”, dijo Biden.
Sin embargo, el equipo de campaña de Trump inmediatamente calificó a Walz de “peligroso izquierdista extremista”.
“El balance de Tim Walz es una broma”, dijo, por su parte, el compañero de fórmula del magnate, J.D. Vance, ante seguidores reunidos también en Filadelfia.
El senador republicano de 40 años, de Ohio, otro estado industrial del Medio Oeste, dará mítines de campaña en los próximos días en los mismos estados que los aspirantes demócratas.
– Impulso que mantener –
Harris, de 59 años, ha recuperado el rezago de Biden ante Trump, según las encuestas, y las donaciones para su campaña se han disparado.
La dupla Harris-Walz será oficialmente nominada durante la convención demócrata en Chicago, que arranca el 19 de agosto.
Tras la cumbre partidista republicana de mediados de julio, Trump, que resultó herido en un intento de asesinato unos días antes, salió de la cita como amo absoluto de los republicanos.
Desde entonces, trata de contrarrestar los vientos a favor de su rival.
Los ataques del expresidente a Harris se centran sobre todo en la gestión de la inmigración por los demócratas. También la ha llegado a acusar de “hacerse negra” por cálculo político.
Hija de padre jamaicano y madre india, la campaña de Harris se centra en las libertades, en particular en la protección del derecho al aborto.
Y formula al electorado una pregunta: “¿En qué país queremos vivir? ¿Un país de libertad, empatía, de estado de derecho, o un país de caos, miedo y odio?”.
En noviembre tendrán que dar la respuesta.