Vadim Krasikov, liberado el jueves en Alemania en un canje de prisioneros con Rusia, es un agente de los servicios de seguridad rusos (FSB), confirmó el viernes el Kremlin.
“Krasikov es un miembro del FSB”, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, precisando que este hombre, condenado en Alemania a cadena perpetua por el asesinato en Berlín de un exlíder separatista checheno, había servido en la unidad de élite Alfa.
Peskov también dijo que Krasikov “servía con varios empleados [actuales] del servicio de seguridad del presidente”.
La fiscalía alemana se opuso a la liberación de Krasikov, informó este viernes a AFP una portavoz del Ministerio de Justicia.
Sin embargo, finalmente el ministerio se decantó por los argumentos “en contra de la continuación de la ejecución de la sentencia”.
“Esto se debe a que la continuación de la ejecución hubiera implicado un riesgo de grave perjuicio para Alemania y sus intereses en materia de política exterior y de seguridad”, declaró la vocera del ministerio alemán.
Peskov también confirmó que la pareja rusa Artem Dultsev y Anna Dultseva, liberados por Eslovenia en el intercambio, pertenecían a los servicios rusos y que actuaban como agentes “clandestinos”.
Este término es utilizando para referirse a los espías rusos que viven en países extranjeros durante años, o incluso décadas, bajo identidades falsas, recopilando información de inteligencia para Moscú.
Estos dos agentes fueron condenados esta semana a un año y medio de prisión por “espionaje y falsificación de documentos” en Eslovenia.
La pareja, que se presentó en el juicio como Ludwig Gisch y Maria Rosa Mayer Muñoz y se declararon culpables, llegaron a Eslovenia en 2017 con pasaportes argentinos y vivían en la capital Liubliana con sus hijos, utilizando una galería de arte como tapadera.
Cuando la pareja fue arrestada, en diciembre de 2022, sus hijos fueron llevados por los servicios sociales a una familia de acogida.
“Los hijos de los clandestinos que volaron ayer descubrieron que eran rusos cuando el avión despegó de Ankara. No hablan ruso”, dijo Peskov.
El presidente ruso, Vladimir Putin, los recibió en el aeropuerto y les dijo “buenas noches” en español.
Occidente y Rusia llevaron a cabo el jueves el mayor intercambio de prisioneros, 24 personas más dos menores, desde la Guerra Fría.