El gigante estadounidense de la bebida Coca-Cola fue condenado en Estados Unidos a pagar unos 2.700 millones de dólares en ajustes fiscales, es decir unos 6.000 millones de dólares intereses incluidos, por contabilizar incorrectamente su facturación en el extranjero entre 2007 y 2009.
El grupo basado en Atlanta (Georgia) dijo en un comunicado que tenía previsto apelar esta decisión, dictada el miércoles por un tribunal federal de los servicios fiscales (IRS).
En un documento bursátil presentado el 29 de julio, Coca Cola precisó que sería reembolsado si su recurso fructificaba.