El líder de Hezbolá advirtió este jueves de que es “inevitable” una respuesta al bombardeo israelí que mató a su comandante militar cerca de la capital de Líbano el martes, a lo que se sumó el ataque en Irán que abatió al líder de Hamás.
“El enemigo, y los que están detrás del enemigo, deben atenerse a que sea inevitable una respuesta nuestra”, dijo el jefe de Hezbolá, Hasán Nasrallah, en un discurso durante el funeral de Fuad Shukr, comandante militar de este movimiento chiita que murió en un bombardeo en un suburbio de Beirut.
“Israel no sabe las líneas rojas que cruzó”, agregó Nasrallah, en referencia al bombardeo el miércoles en Teherán en el que murió el líder político del movimiento islamista palestino Hamás, Ismail Haniyeh, una acción que fue atribuida a Israel.
Nasralá afirmó que lo ocurrido en el suburbio de Beirut, una zona residencial superpoblada que es un bastión de Hezbolá, “es una agresión y no sólo un asesinato”.
El bombardeo dejó siete muertos, cinco de ellos civiles –tres mujeres y dos menores–, según el ministerio de Salud libanés.
“En todos los frentes de apoyo, hemos entrado en una nueva fase, distinta de las fases anteriores, y que depende del comportamiento del enemigo”, añadió el jefe de Hezbolá.
El movimiento libanés abrió un frente contra Israel, que califica de “frente de apoyo” a su aliado Hamás, tras el ataque del grupo palestino en el sur de Israel el 7 de octubre, que desencadenó la guerra en Gaza.
Hezbolá amenazó anteriormente con golpear el territorio israelí en profundidad en caso de ataque contra el suburbio del sur de Beirut.
El ejército israelí responsabiliza a Fuad Shukr de la muerte el pasado sábado de 12 menores en un ataque con cohetes en una zona del territorio anexionado de los Altos del Golán. Hezbolá niega estar implicado.