La cuestionada reelección del presidente Nicolás Maduro en Venezuela “empeorará” los ataques contra la prensa, aseguró a la AFP el director de Reporteros Sin Fronteras (RSF) para América Latina, Artur Romeu, quien también advirtió de una escalada de persecución a periodistas en Nicaragua.
Romeu se encuentra en Guatemala para visitar este martes al periodista José Rubén Zamora, crítico del gobierno del derechista Alejandro Giammattei (2020-2024) y quien cumple dos años preso bajo cargos de lavado de dinero que le imputó la controvertida fiscalía guatemalteca.
En entrevista con la AFP, Romeu alertó sobre el impacto para la libertad de prensa de los comicios venezolanos denunciados como fraudelentos por la oposición y algunos países de la región.
Además, expresó preocupación por la reciente desaparición de la periodista nicaragüense Fabiola Tercero, en una nueva ola de “represión contra la prensa” crítica del gobierno de Daniel Ortega.
Pregunta: ¿Cuál es el futuro de la libertad de prensa en Venezuela tras la reelección de Maduro?
Respuesta: Desde hace décadas que el periodismo en Venezuela está bajo presión, bajo ataque, bajo censura directa por parte del régimen de Maduro, del chavismo, pero la situación sigue empeorando.
No hay libertad de prensa en Venezuela desde hace mucho, pero las condiciones actuales nos llevan a creer que puede empeorar si no hay confianza.
El contexto es de atrofia generalizada del ecosistema de la información. Muchos medios han desaparecido.
P: ¿A qué punto puede deteriorarse más con la reelección?
R: Si se mantiene una elección en que hay acusaciones graves de fraude, en que hay mucha desconfianza, es difícil imaginar un contexto en que el periodismo pueda ser más vibrante, más presente y hacer su trabajo de manera más estructurada. Realmente no hay optimismo, es difícil tener esperanza.
Esperamos que la situación no se deteriore como lo ha visionado incluso Maduro, [de] un ‘baño de sangre’. Esperamos que no llegue a ese punto.
P: ¿Cómo evalúa la situación de la prensa en Nicaragua?
R: Nicaragua es el país de Latinoamérica que vive hoy quizás la peor situación en materia de libertad de prensa. Yo diría en materia de derechos humanos de manera general.
Casi todo el periodismo independiente de Nicaragua está fuera del país. Es una película de horror la situación en Nicaragua en términos de derechos humanos y en particular de libertad de prensa.
En gran medida, nosotros tenemos aún ideas más o menos estereotipadas de qué significa una censura de Estado y muchas veces eso ha cambiado con el tiempo.
Pero en Nicaragua está clarisímo. Hay casi una caricatura de censura de Estado, o sea, en su estado puro, clásico, en que el gobierno interfiere sistemáticamente, cotidianamente, en el flujo de información en todos sus sentidos, impactando a cada momento el proceso periodístico.
Hay alrededor de 260 periodistas exiliados que están en su mayor parte en Costa Rica, pero también en Estados Unidos, España.
P: ¿Ha cambiado algo para los periodistas en Guatemala con el actual gobierno de Bernardo Arévalo?
R: Ya no estamos como en el gobierno anterior [de Giammattei] en que había un discurso de persecución, de hostigamiento hacia la prensa, que incluso alimentaba toda una lógica de criminalización del periodismo.
Pero hay cambios más concretos que todavía aún no llegan. Varios periodistas tuvieron que exiliarse de Guatemala. Al menos 16 periodistas que hemos registrado que tuvieron que salir del país porque estaban sufriendo una estrategia de criminalización por parte del Ministerio Público (fiscalía).
El Ministerio Público tiene un rol absolutamente central en todo lo que está pasando, más que en otros países en que hemos trabajado, en donde monitoreamos la situación de libertad de prensa.
P: ¿Y qué piensa del ejercicio del periodismo en El Salvador del presidente Nayib Bukele?
R: La percepción de Bukele del periodismo es una percepción de propaganda, entonces no entiende o no quiere entender el periodismo en su función social de ejercer un control social sobre el poder. Eso no le interesa.