Un tribunal español condenó este viernes a dos años y medio de cárcel a un maquinista y a un exresponsable de seguridad de la red ferroviaria española por un accidente de tren que dejó 80 muertos en 2013 cerca de Santiago de Compostela.
“Ambos acusados, según la jueza, infringieron el deber de cuidado que sus cargos les imponían” y sus actuaciones supusieron “un incremento ilícito del riesgo” de los pasajeros del tren, consideró el tribunal de esa ciudad de Galicia, en el noroeste de España, citado en un comunicado del poder judicial.
El 24 de julio de 2013, el tren de alta velocidad Alvia 04155 descarriló poco antes de su llegada a Santiago de Compostela y se estrelló brutalmente en una curva pronunciada y protegida por un muro de hormigón, a cuatro kilómetros de su destino.
El accidente, ocurrido la víspera de la fiesta de Santiago, que cada año reúne a miles de peregrinos en la ciudad gallega, también dejó más de 140 heridos.
Según la investigación, el tren circulaba a una velocidad excesiva –179 km/h en vez de los 80 km/h marcados como límite para aquel tramo– y el maquinista estaba hablando por teléfono con el interventor del tren justo antes del accidente.
En su fallo, el tribunal establece la responsabilidad directa del maquinista del tren, Francisco Garzón, y de un exresponsable de seguridad de la sociedad pública Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Andrés Cortabitarte, en la muerte de 79 de los 80 fallecidos.
La 80ª víctima, que resultó herida en el accidente y murió 73 días después a causa de una grave enfermedad, fue contabilizada entre los heridos. Aún así, eso abre la vía a una indemnización, según el comunicado.
Esta tragedia fue la peor sufrida en España desde que en 1944 tres trenes chocaron en un túnel en la provincia de León, en el noroeste, dejando más de un centenar de muertos.