Kai Trump, la nieta mayor del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, se involucró este miércoles por primera vez en política para, desde la convención republicana, proclamarle su apoyo e intentar convencer a los votantes de que su abuelo “quiere lo mejor para el país”.
La joven de 17 años es hija del primogénito de Trump, Donald Trump Jr., y de su exesposa, Vanessa Trump.
“Vengo a contar un lado de mi abuelo que la gente no ve. El que nos da caramelos y refrescos cuando nuestros padres no miran. El que me llama mientras estoy en el instituto para preguntarme qué tal me va en el golf”, señaló junto a su padre en Milwaukee, sede de ese encuentro que comenzó el lunes y se clausura este jueves.
Su intervención no estaba en la agenda oficial y en el mismo subrayó que fue “descorazonador” presenciar cómo fue víctima el sábado de un intento de asesinato durante un mitin en Butler (Pensilvania), en el que resultó herido en una oreja.
“Muchas personas le han hecho pasar por un infierno y él sigue en pie”, dijo Kai Trump, recalcando que incluso con todos los casos penales que el magnate neoyorquino tiene abiertos “siempre” le pregunta a ella qué tal le va.
Trump, señaló, la anima a ser la persona más exitosa que pueda ser: “Obviamente pone el listón muy alto, pero quién sabe, quizá algún día le voy a alcanzar”.
Justo después habló su padre, que estos tres días ha acompañado al exmandatario en la tribuna y ha participado en actos paralelos: “Siempre he estado orgulloso de él, pero nunca más que en ese momento”, apuntó en referencia a ese 13 de julio en el que se libró por poco de la muerte y se levantó al momento con el puño victorioso en alto, dejando para la historia una imagen icónica.