“Puedo hacer este trabajo”, dijo Joe Biden este viernes en un mitin después de un desastroso debate contra el republicano Donald Trump que sembró pánico entre los demócratas.
“Ya no camino con tanta facilidad como antes, no hablo con tanta fluidez como antes, no debato tan bien como antes, pero sé lo que sé: sé cómo decir la verdad”, dijo Biden en un mitin en Carolina del Norte (este).
“Les doy mi palabra de Biden. No volvería a postularme si no creyera con todo mi corazón y toda mi alma que puedo hacer este trabajo, porque, francamente, hay mucho en juego”, añadió el presidente estadounidense, que afirma tener “la intención de ganar” en este reñido estado del sudeste del país.
“Sé distinguir el bien del mal. Sé cómo hacer este trabajo. Sé cómo hacer las cosas. Sé, como saben millones de estadounidenses, que cuando te derriban, te vuelves a levantar”, añadió. No prevé por lo tanto retirar su candidatura.
Biden estaba casi irreconocible, después de los 90 dolorosos minutos que pasó el jueves por la noche, cuando titubeó y dejó las frases inacabadas ante millones de telespectadores.
En Raleigh, al contrario de la víspera, contó con la ayuda de un teleprónter, un aparato que permite leer un texto sin apartar la mirada de la cámara.
Repitió lo que dijo el jueves, pero esta vez con brío, ante un público entregado que gritaba “¡Cuatro años más!”. Elogió su trayectoria e ideas frente a un Donald Trump que no para de mentir, dijo.
Donald Trump “es por sí solo una ola de crímenes”, opinó sobre el primer expresidente estadounidense condenado y procesado penalmente en varios casos.
Llorar
A su lado, su esposa Jill Biden, muy implicada en la carrera por la reelección de su marido, lució un vestido blanco y negro con múltiples estampados con la palabra “vota”.
El bando de Biden espera que en noviembre la terrible impresión que dejó el jueves por la noche se haya desvanecido y que la gente se quede con las “mentiras” difundidas por Donald Trump y la preocupación por la democracia estadounidense.
Será difícil. El discurso de Raleigh evidentemente no tiene la repercusión del debate organizado por la CNN en términos de audiencia.
Según el Instituto Nielsen, este último atrajo a 48 millones de espectadores.
“Joe Biden, un buen hombre, un buen presidente, no está en condiciones de presentarse a la reelección”, escribió el viernes un columnista del New York Times, Thomas Friedman. Reconoce que “lloró” por el desempeño de su “amigo” Joe Biden.
Incluso los partidarios de Donald Trump intentaron no añadir más leña al fuego.
“Ese tipo casi me entristece. Trump se lo comió vivo”, comentó Paul Meade, un jubilado de 65 años a la AFP en Chesapeake, Virginia (este), donde se espera por la tarde un mitin del millonario de 78 años.
Pánico
Los medios de comunicación estadounidenses sostienen que el debate provocó “pánico” entre los demócratas, cuatro meses antes de las elecciones y aproximadamente seis semanas antes de la convención que debería nominar formalmente a un candidato.
Por ahora ningún peso pesado del Partido Demócrata lo ha dicho públicamente.
Después de Carolina del Norte, Joe Biden irá a Nueva York para asistir a una ceremonia que conmemora una de las primeras movilizaciones LGTB en Estados Unidos, en junio de 1969, y a un encuentro con los donantes.
El sábado recaudará fondos en la elegante zona turística de Hamptons, una oportunidad también para tomar el pulso de su apoyo financiero, en una carrera electoral extremadamente costosa.
La propia vicepresidenta Kamala Harris reconoció que Joe Biden había tenido un comienzo “lento”, pero consideró que había terminado “fuerte” contra un oponente que multiplicaba las afirmaciones falsas o engañosas.
La demócrata de 59 años hará campaña el viernes en Nevada (oeste). Su nombre figura en la lista de quienes podrían sustituir a Joe Biden en el caso de que se retire antes de noviembre, junto al de algunos destacados gobernadores demócratas, como Gavin Newsom, de California, o Gretchen Whitmer, de Michigan.