Washington/Atlanta, 27 jun (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, y su antecesor, Donald Trump, se midieron este jueves en un cara a cara con capacidad de cambiar el rumbo de las presidenciales. Un debate en el que el republicano se mostró más agresivo y en el que al demócrata le costó hilar mensajes y apareció dubitativo y con problemas de voz.
En un plató de la CNN en Atlanta, sin público, sin el apoyo de notas previas y de los asesores y sin posibilidad de réplica en caso de no tener asignado el turno de palabra, este encuentro expuso sin distracciones las fortalezas y debilidades de ambos candidatos en un debate sin interrupciones.
Los titubeos en el caso de Biden, que llegó con gripe, y las expresiones de burla por parte de Trump cuando su rival divagó y dejó en más de una ocasión frases sin acabar, marcaron el debate.
“Nunca he escuchado tantas tonterías”, dijo el actual inquilino de la Casa Blanca al oír hablar de política exterior, un capítulo en el que Trump se quejó de que la reputación de Estados Unidos bajo el mandato del demócrata haya pasado a ser “horrible”.
Asimismo, el republicano atacó con fuerza la política económica de Biden, pero respondió a las preguntas de Dana Bash y Jake Tapper con muchas evasivas e imprecisiones o desinformación en temas como la economía o la inmigración.
Biden admitió que todavía quedan “cosas por hacer” y defendió su gestión tanto económica como migratoria en comparación con la de su antecesor: “La pandemia fue tan mal manejada que mucha gente murió (…) La economía colapsó. No había empleos. La tasa de desempleo aumentó al 15 %, fue terrible. Lo que tuvimos que hacer fue intentar recomponer las cosas nuevamente”.
Biden y Trump se habían enfrentado por última vez en septiembre y octubre de 2020, en el marco de la campaña de las presidenciales que llevaron al demócrata al poder en 2021.
Pero este no fue un debate más en la historia estadounidense. Era el que más pronto se ha hecho y al que ambos aspirantes llegaban con el nivel más ajustado en las encuestas: según la media elaborada por la web FiveThirtyEight, Trump está en cabeza con el 41,1 % de las intenciones de voto, solo dos décimas más que Biden.
Biden, de 81 años, debía no solo defender su gestión de estos casi cuatro últimos años, sino también evitar dar razones a quienes iban a mirar con lupa cualquier señal de su avanzada edad. “No tiene capacidad para ser presidente. No deberíamos tener un debate. No hay nada que debatir”, criticó Trump, de 78.
La inmigración ofreció el escenario más fructífero para los reproches mutuos. Trump acusó a Biden de haber convertido el país en un “nido de ratas” al no poner freno a la entrada de “criminales” y provocar que los inmigrantes estén matando a los estadounidenses, mientras que el presidente tachó de “ridícula” esa afirmación, que no se sustenta con cifras.
Para Biden, votar por Trump es votar contra la democracia. Para el republicano, en cambio, que Biden siga en el poder acabaría con Estados Unidos: “Si gana, nuestro país no tiene ninguna posibilidad. Probablemente no nos quede ningún país. Así de malo es. Es el peor de la historia. Si me dan otros cuatro años, yo seré el mejor”.
Trump negó cualquier responsabilidad por su parte en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021, pero Biden le recordó que no tiene las manos limpias ni en ese caso ni en los otros tres procesos penales que afronta: “Tiene la moral de un gato callejero”.
No fue un intercambio que sirvió para la exposición de nuevas propuestas, sino un ring con ataques constantes. “Creo que ni él mismo sabe lo que acaba de decir”, dijo del presidente el precandidato republicano.
Para Trump, Biden es un presidente “manchurio” “pagado por China”, que sin embargo ha provocado que la situación con Pekín sea la peor en la historia: “Nos están matando como país si sigue permitiendo que sigan haciendo lo que nos están haciendo”.
La sorpresa de la noche llegó en boca de Trump: “No nos comportemos como niños”, afirmó el republicano en este encuentro, cuyo formato permitió pese a todo una exposición ordenada de argumentos, que los ciudadanos votarán en las urnas el próximo 5 de noviembre.