El proyecto de ley tailandesa sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo superó el martes su último obstáculo político después de que el Senado votara abrumadoramente a favor de convertir al reino en la primera nación del sudeste asiático en reconocer la igualdad matrimonial. Ahora dicha normativa se someterá a la aprobación del rey Maha Vajiralongkorn y otros trámites, un proceso que puede llevar unos cuatro meses antes de su entrada en vigor.
El Senado tailandés votó a favor de esta medida el primer día de la actual legislatura, evidenciando la urgencia de la sociedad por avanzar en materia de derechos LGBTQ+. La nueva ley modificará el Código Civil y Mercantil del país para sustituir términos específicos de género, como «hombre y mujer», por otros neutros, como «individuo». Sin embargo, el proceso de aprobación no estuvo exento de dificultades. Un miembro del Senado, el general retirado Worapong Sa-nganet, argumentó que los términos específicos de género debían mantenerse junto a los neutros, alegando que su exclusión supondría una grave «subversión de la institución familiar» en Tailandia.
Después de años de ardua lucha y reivindicación por parte de la comunidad LGBTQ+, y a pesar de contar con una sociedad relativamente liberal en cuanto a las actitudes sociales, Tailandia no había logrado hasta ahora reflejar dicha apertura en su legislación sobre uniones civiles. Sin embargo, gracias a la incansable campaña y presión de los activistas por la igualdad de derechos, la nueva ley ha sido finalmente aprobada por ambas cámaras del Parlamento tailandés.
«El Gobierno tailandés debe centrarse ahora en garantizar su aplicación rápida y efectiva para salvaguardar los derechos de las personas LGBTI+», afirmó Mookdapa Yangyuenpradorn, de la organización de derechos humanos Fortify Rights. La activista defendió que «la igualdad matrimonial es fundamental para la dignidad humana, y es esencial que Tailandia proteja estos derechos sin demora ni discriminación».
Es de esperar que Tailandia experimente un boom turístico y económico con la aprobación de las uniones entre personas del mismo sexo y la organización de actos durante el mes del Orgullo de junio, ya que consolida su reputación como uno de los destinos más respetuosos con los homosexuales de la región, donde los derechos del colectivo LGBTQ son entre limitados e inexistentes.