El presidente de EEUU, Joe Biden, protagonizó un momento muy personal al apoyar su frente en la del papa Francisco durante un encuentro en la cumbre del G7 en Italia.
El intercambio ocurrió cuando el papá Francisco, de 87 años, entraba en silla de ruedas a la sala donde se daban cita los líderes de las naciones participantes para hablar sobre cuestiones relacionadas con la inteligencia artificial, la energía y la región Africa-Mediterráneo.
El presidente se le acercó, apoyó su brazo en el hombro del papa e intercambiaron algunas palabras.
Con esta visita, el pontífice se convirtió en el primer jefe de la Iglesia católica en participar en dicha cumbre.